Buenos Aires (Viernes, 29-06-2012, Gaudium Press) Un análisis detallado del proyecto de ley sobre reproducción asistida que avanza en el Congreso de la Nación en Argentina fue publicado por el Centro de Bioética, Persona y Familia (CBPF). Según advirtió el doctor Nicolás Lafferriere, presidente de dicha organización, el proyecto legislativo «vulnera el derecho a la vida y a la identidad» y adolece de vacíos legales que permiten graves abusos en la aplicación de las técnicas. El proyecto recibió la aprobación en la Cámara de Diputados el pasado 28 de junio sin votos en contra y será debatido próximamente en la Cámara de Senadores.
Mientras los promotores de la norma aseguran que la aprobación «repara una deuda social» al incluir los llamados «tratamientos para la infertilidad» en el Plan Médico Obligatorio, el CBPF advitió que las técnicas aprobadas e incluidas en la cobertura «no solucionan la esterilidad o infertilidad, pues no se dirigen a sus causas para revertirlas, sino se limitan a suplantar a las personas en la concepción del nuevo ser humano a través de un procedimiento biotecnocientífico».
La declaración del Centro de Bioética señala para cada uno de los artículos de la norma sus verdaderos alcances y alerta sobre la grave omisión de no establecer límites que prevengan abusos en la implementación de las técnicas. La redacción del texto, señala, no previene el uso de los procedimientos para garantizar ciertas características genéticas en el niño, o su concepción meramente instrumental para donación de órganos y tejidos o la fecundación artificial en parejas del mismo sexo, personas solas o incluso después de muertas. «Cada una de estas finalidades encierra complejos problemas bioéticos y jurídicos y ninguno de estos problemas fue considerado seriamente por el legislador», denuncia el documento.
Graves deficiencias
Uno de los puntos controvertidos es la «revocación del consentimiento», que puede darse después de la concepción e impedir la implantación del niño en el vientre de la madre. De esta manera, «a un niño ya existente, se lo priva por mero capricho personal de uno de los vínculos filiatorios, con lo que se afecta su identidad, o bien del derecho a vivir», afirma la declaración.
Otra carencia grave es la de un adecuado registro de los donadores de gametos y los datos de los embriones concebidos en las instituciones de salud. El centro tambien denuncia que la norma no «establece nada sobre esos establecimientos, ni sobre sus obligaciones en cuanto a registros, ni sistemas de sanciones para los que violen los derechos de las personas involucradas en las técnicas».
Según el análisis, el proyecto de ley no establece reglas claras, que simplemente delega al Ministerio de Salud y las provincias, y tampoco confiere poder de vigilancia y control a la llamada «autoridad de aplicación». Por este motivo no existirían sanciones ni garantías de respeto de los derechos de los niños concebidos. Las autoridades se limitarían a garantizar «el acceso igualitario de todos los beneficiarios», que se traduce como «la legitimación del acceso a las técnicas de uniones de personas del mismo sexo. Ello contraría el derecho del niño a su identidad y sobre todo a la riqueza de un padre y una madre», advierte el Centro de Bioética.
El texto en discusión no establece tampoco ningún límite a los beneficiarios «ni de edad, ni de capacidad, ni siquiera de nacionalidad o domicilio en la Argentina. Ni siquiera se exige que si la persona está casada tenga el consentimiento de su cónyuge. Puede incluso ser una mujer sola en cuyo caso el hijo será deliberadamente privado de la paternidad, en lo que configura una violación más a su derecho a la identidad».
Conclusión alarmante
El balance que ofrece el Centro de Bioética es alarmante: «Es una ley armada para el beneficio de los centros que se dedican al negocio reproductivo: sin límites ni sanciones, garantizando cobertura amplia y pagos, abriendo nuevas finalidades y beneficiarios sin que existan siquiera situaciones de infertilidad o esterilidad».
«Desde el Centro de Bioética, Persona y Familia», concluye la declaración, «hemos expresado en diversas oportunidades nuestro desacuerdo con la legitimación legal de las técnicas de fecundación artificial, pues quiebran la lógica de gratuidad que rige en la original forma de transmisión de la vida humana e introducen dinamismos de producción que son contrarios a la dignidad de la nueva vida».
Con información de AICA
Deje su Comentario