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Montevideo (Martes, 03-07-2012, Gaudium Press) Una invitación especial a recordar y orar por el Santo Padre hizo el Nuncio Apostólico en Uruguay, Mons. Anselmo Pecorari, a los fieles del país austral al finalizar la Santa Misa por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo que tuvo lugar en la Catedral de Montevideo el pasado 29 de junio.
«Queridísimos hermanos, es una alegría, un privilegio y un honor, en este día de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, día en el que recordamos especialmente al Santo Padre, sentirme unido a ustedes en la oración que dirigimos al Señor para que proteja a nuestro Sumo Pontífice Benedicto XVI y lo sostenga en el cumplimiento de su Ministerio Petrino, en circunstancias a veces tan difíciles como las del mundo contemporáneo en el que vivimos», dijo el Nuncio Apostólico en Uruguay.
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| Mons. Anselmo Pecorari, Nuncio Apostólico en Uruguay |
En la ocasión el representante de la Santa Sede invitó a todos a orar por el Papa para que Dios «ayude a Su Vicario a ser ‘Piedra’ sobre la que está construida la Iglesia; que le conceda ser timonel firme y seguro de la barca, que es la Iglesia Católica; que le regale salud y serenidad».
Mons. Pecorari, también habló sobre la misión y labor que presta cada Nuncio Apostólico en la Iglesia particular: «A la luz del Motu Proprio del Papa Pablo VI, ‘Sollecitudo Omnium Ecclesiarum’, resulta claro que, siendo el Papa el centro de la comunión entre las Iglesias en la única Iglesia Católica, también cada Nuncio Apostólico tiene el deber de promover la comunión de las Iglesias particulares con la Iglesia que está en Roma, guiada y gobernada por Su Pastor».
Recordó que el servicio que presta el Nuncio Apostólico en la Iglesia Católica es el de «favorecer los vínculos fraternos del Papa, Pastor Universal, con la vida de la iglesias locales de la nación donde reside, para sostenerlas, favorecerlas y ayudarlas», así como hacer presente al Sumo Pontífice en las diversas realidades de esas Iglesia, y dar a conocer al Papa la situación de cada Iglesia local.
Igualmente, dijo que, además de ofrecer un servicio de carácter eclesial, el Nuncio Apostólico tiene una función en la sociedad civil como representante del Papa siendo embajador de la Santa Sede y miembro del Cuerpo Diplomático. «Esta dimensión diplomática es una consecuencia lógica de la dimensión pastoral, y no debe ser colocada por encima de ella», agregó.
En este sentido, Mons. Pecorari expresó: «Como Nuncio Apostólico, representante del Santo Padre en el Uruguay, con mi presencia deseo ser hoy testigo y signo viviente de la profunda unión que existe entre la Iglesia Madre, que está en Roma -congregada en torno al sucesor del Apóstol Pedro, el Papa, Pastor universal y centro de la comunión eclesial- y esta Iglesia particular de Montevideo».
El Nuncio Apostólico en Uruguay concelebró la Santa Misa de los apóstoles Pedro y Pablo en unión con los Obispos Auxiliares de Montevideo, Mons. Milton Tróccolo y Mons. Daniel Sturla. La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Montevideo, Mons. Nicolás Domingo Cotugno Fanizzi.
Con información de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU).
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