sábado, 23 de noviembre de 2024
Gaudium news > "La paz está exactamente en la armonía de los diversos, que así forman una sinfonía", afirma el arzobispo de Puerto Alegre, Brasil

"La paz está exactamente en la armonía de los diversos, que así forman una sinfonía", afirma el arzobispo de Puerto Alegre, Brasil

Puerto Alegre (Miércoles, 11-07-2012, Gaudium Press) La humanidad no se divide, primariamente, en individuos, sino en familias. Es así que Mons. Dadeus Grings, arzobispo de Porto Alegre, Río Grande del Sur, inicia uno de sus más recientes artículos, titulado «Las divisiones de la humanidad». Para él, el individuo humano, por más real que pueda parecer, no es sino una abstracción.

Sin título.png
 

El prelado explica que el ser humano es visto aislado de su realidad existencial y de este modo no consigue vivir. En verdad, completa el arzobispo, él es fundamentalmente familia, con amplia parentela, después es comunidad y por último sociedad. «En el contexto cultural el ser humano viene siendo clasificado por el género: masculino y femenino. Hombre y mujer. Para distinguirlos basta ver la constitución física que caracteriza al hombre y a la mujer, con funciones específicas inconfundibles», agrega.

Con relación a la cultura, Mons. Dadeus enfatiza que ella elabora las características del hombre y de la mujer, de modo a no dejar dudas, destacándolas por el vestuario, el perfume, el corte de cabello, el zapato, las actividades domésticas, entre otras cosas. «La distinción masculino-femenina, infelizmente comienza a ser cuestionada: ¿Llegará el día en que no se distinguirá más el género? ¿Será esto ventaja para la humanidad? ¿Quedará toda homogeneizada?»

Entretanto, Mons. Dadeus agrega que no es ciertamente ésta la tendencia natural y, ni mucho menos, el plan del Creador, y por eso no es por ahí que la persona se realiza. Para él, hombre y mujer mantienen relaciones complementarias, creando una sociedad extremamente diferenciada, rica y multi-relacionada: de esposo y esposa; de padre e hija; de madre e hijo; de hermanos y hermanas, de abuelos y nietas; de primos y primas… «Eliminar esta riqueza sería el fin de la humanidad», evalúa el prelado.

Gaudium Press / Fernanda Baldisseri

 

 

Deje su Comentario

Noticias Relacionadas