Los Ángeles (Lunes, 16-07-2012, Gaudium Press) En su columna publicada en la agencia de noticias católicas ACI, el arzobispo de Los Ángeles, EE. UU., Mons. José Gómez, comentó respecto a su preocupación en relación a las vocaciones sacerdotales. Esto porque, según el prelado, en una cultura altamente secularizada, los padres de familia, incluso los buenos católicos, están poco dispuestos a animar a sus hijos a considerar como opción de vida el sacerdocio, lo que disminuiría el número de presbíteros en el mundo.
Mons. José Gómez |
Pesaroso con esa situación, Mons. Gómez afirmó que las vocaciones sacerdotales nacen de una cultura católica y que «si todos estuviésemos viviendo verdaderamente nuestra Fe católica y siguiendo a Jesús, las vocaciones florecerían». En este sentido, el arzobispo de Los Ángeles definió la familia católica como el «seminario inicial», por el cual «necesitamos fortalecer la identidad católica de nuestras familias».
El arzobispo norteamericano llamó a todos los católicos a creer en una cultura de vocaciones, para que más hombres puedan escuchar la invitación de Dios para el sacerdocio. «Las vocaciones son un don de Dios y el fruto del Espíritu Santo en nuestra Iglesia local. Todos nosotros en la Iglesia tenemos un deber de rezar por nuestros sacerdotes y seminaristas y de rezar por más vocaciones», destacó el prelado.
Mons. Gómez subrayó entonces el trabajo pastoral de la Arquidiócesis de Los Ángeles en el sentido de llamar y formar hombres para el sacerdocio, tarea considerada por él deber primordial. «Nosotros somos bendecidos en Los Ángeles por tener programas vocacionales creativos y un buen seminario. Y cada año estamos ordenando excelentes nuevos sacerdotes», dijo. Entretanto, el prelado afirmó que la Iglesia al sur de California continúa creciendo, lo que hace necesario más vocaciones. «Necesitamos de más trabajadores para la cosecha del amor».
Las directrices del Vaticano a respecto también fueron citadas por el arzobispo, quien destacó también la importancia de ir regularmente al sacramento de la Reconciliación. «Esto permite a los jóvenes crecer en su propia consciencia y en su relación con Dios. Nosotros también debemos ofrecer a nuestros jóvenes muchas oportunidades para reunirse y servir a sus prójimos, en la caridad», declaró Mons. Gómez.
Por último, el prelado afirmó que es una cuestión prioritaria en su trabajo misionero ofrecer a los jóvenes una experiencia cristiana, y exhortó, en la oración diaria, a rezar también para que cada día nuevos hombres escuchen el llamado sacerdotal de Dios. «Pidamos a la Virgen María, Madre de los Sacerdotes, que nos ayude a estar abiertos al plan de Dios para nuestras vidas y las vidas de los que queremos, especialmente nuestros niños. Pidamos a ella que nos ayude a responder al llamado de Dios como ella lo hizo – con el ‘sí’ de toda nuestra vida», concluyó.
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