Bogotá (Lunes, 04-05-2009, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal de Colombia, preocupada con la propagación en el mundo de la nueva gripe, la H1N1 – anteriormente denominada ‘gripe porcina’ -, tomó una decisión inédita. En asamblea de este domingo, los obispos del episcopado aprobaron recomendación para que los sacerdotes colombianos entreguen la comunión a los fieles solamente en la mano.
En el momento de la entrega de las hostias, durante el rito eucarístico, es común que algunos fieles prefieran que los sacerdotes depositen la hostia directamente en sus bocas. Otros, sin embargo, prefieren que la misma sea colocada en sus manos, para que el propio fiel la lleve a la boca.
«Es algo que es aceptado por la Iglesia hace varios años, y si eso ayuda a prevenir el contagio, luego es bueno que lo hagan», afirmó monseñor Fabián Marulanda, secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia.
El ministro colombiano de Protección Social, Diego Palacio, informó el domingo pasado el primer caso de contagio en una persona moradora en una población próxima a Bogotá, segundo en el país. Además de eso, hay más de 29 casos bajo sospecha.
El primer infectado en el país fue un empresario de 42 años, casado, padre de dos hijos y morador de Zipaquirá, que pasó una semana en Cancún para participar de un Congreso. Volvió a Colombia el día 25 de abril, donde, después de presentar los síntomas, exámenes confirmaron el diagnóstico de la nueva gripe. Cuando el caso se hizo público, sin embargo, el hombre ya estaba curado.
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