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Castel Gandolfo (Lunes, 23-07-2012, Gaudium Press) En la belleza de los castillos romanos en un ambiente alegre y de verano, de su residencia veraniega de Castel Gandolfo, el Santo Padre -ayer en la oración del Ángelus- expresó su dolor y proximidad espiritual con las víctimas y familiares del episodio de violencia en Aurora, Denver – EE. UU. y del hundimiento del barco en Zanzíbar. Benedicto XVI recordó que Jesús es el «Pastor de la humanidad» que trajo la reconciliación. El Papa también dio la bienvenida a los organizadores de los XXX Juegos Olímpicos de Londres, con la esperanza de que el evento sea «una verdadera experiencia de la fraternidad entre los pueblos de la tierra».
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| La curación que Jesús da es «una paz verdadera, completa», dijo el Papa |
El Señor es nuestro Pastor, que «quiere para nosotros la vida, nos quiere guiar a los buenos pastos, donde podemos nutrirnos y descansar, no quiere que nos perdamos y muramos, sino que alcancemos la meta de nuestro camino, que es exactamente la plenitud de la vida». El Papa subrayó que la mirada de Jesús es «pastoral». Él se preocupa por las «ovejas perdidas de la casa de Israel» predicando, cuidando de los enfermos y los pecadores, como María de Magdala, conocida en la tradición cristiana como la «Magdalena».
La curación que Jesús da de nuestros pecados «es una paz verdadera, completa, fruto de la reconciliación de la persona en sí misma y en todas sus relaciones: con Dios, con los demás, con el mundo», dijo el Papa, reafirmando que es el maligno que «siempre trata de arruinar la obra de Dios, sembrar la división en el corazón humano, entre cuerpo y alma, entre el hombre y Dios, en las relaciones interpersonales, sociales, internacionales, y también entre el hombre y la creación» y «siembra la guerra «, mientras que Dios conduce a la paz en la propia vida.
En el saludo en español, el Papa invitó a los fieles a rezar por los ministerios de la iglesia para que, «a ejemplo de Jesucristo, se entreguen con generosidad a la grey que les ha sido confiada, siendo para todos espejo de virtudes».
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