Santiago (Miércoles, 25-07-2012, Gaudium Press) Del 23 al 27 de julio se desarrolla en la capital chilena la «Semana Teológico Pastoral» que organiza la Vicaría General del Arzobispado de Santiago y en la cual participan representantes del clero diocesano, congregaciones religiosas, diáconos permanentes y laicos.
Mons. Ezzati se dirigie a la audiencia en la semana Teologico Pastoral |
Bajo el lema de este año: «Desafíos actuales del Concilio Vaticano II», los diversos agentes pastorales reflexionarán a través de variadas exposiciones en torno a las enseñanzas del Concilio y las metas que implica para la Iglesia de hoy profundizar en sus directrices.
La actividad fue inaugurada el lunes por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, quien en primer lugar agradeció la presencia de monseñor Celso Morga, Secretario de la Congregación para el Clero de la Santa Sede, de quien comentó que «acompaña el camino de la renovación espiritual y de la santidad, especialmente, de nuestros hermanos sacerdotes».
En la oportunidad, el prelado comentó a los presentes que optó por no asistir al retiro espiritual del episcopado chileno, que se lleva a efecto durante esta misma semana en Punta de Tralca, bajo el convencimiento de que «esta Semana Teológica Pastoral es de tal envergadura por el momento eclesial que estamos viviendo que me llevó a discernir la voluntad de quedarme a acompañarlos y participar junto a ustedes de esta experiencia de renovación espiritual y pastoral».
«Sacramento de salvación para nuestro pueblo»
Respecto del tema que convoca esta actividad, monseñor Ezzati recalcó que el Concilio Vaticano II «ha sido y es una gracia del todo particular para la Iglesia Universal y también para nuestra Iglesia, y es por eso que desde el año pasado hemos comenzado a pensar en la renovación pastoral de las parroquias de nuestra arquidiócesis a partir de las cuatro constituciones».
Y agregó: «Las mediaciones por las cuales la Iglesia va haciendo presente el Reino de Dios son la palabra, la comunidad, los sacramentos -especialmente, la eucaristía-, y la caridad que se hace operante en el mundo de hoy. Y desde esas cuatro mediaciones nosotros quisiéramos ser una Iglesia viva, servidora de Jesucristo y de los hermanos para hacer en el mundo de hoy ese sacramento de salvación para nuestro pueblo. Por eso creo que es fundamental que esta reflexión sea el instrumento para nuestra renovación personal y pastoral».
Finalmente, el arzobispo señaló que «estamos a las puertas del inicio del Año de la Fe, un año en el cual el Santo Padre nos invita a entrar cada uno de nosotros en el dinamismo de la fe para así enfrentar con mayor fuerza y con mayor decisión, la tarea de la nueva evangelización».
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