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Ciudad del Vaticano (Jueves, 26-07-2012, Gaudium Press) En el día de hoy la Iglesia conmemora a los santos abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana, padres de la Santísima Virgen María. La parroquia de Ciudad del Vaticano está dedicada a Santa Ana y celebra, por tanto, su fiesta patronal. Su párroco, el padre Bruno Silvestrini, recordó a Radio Vaticano el sentido de esta devoción al interior de la ciudad santa.
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| Matrimonio en la Parroquia de Santa Ana, en el Vaticano. |
«Hicimos un estudio histórico y descubrimos que la parroquia, hasta el año 1929, fue administrada por laicos, cediarios pontificios y de la Archicofradía de los Parafrenieri, que eran hombres laicos de buena voluntad que ayudaban al Papa en sus viajes», explicó el P. Silvestrini. Santa Ana, al ser honrada como la patrona de la maternidad era la encargada de proteger a sus esposas y familias.
«Al momento de dar a luz», relató el párroco, «con las dificultades de la época, en la educación de los hijos, en cada momento de dificultad, los esposos e hijos pedían a Santa Ana su intercesión y curación». Por este motivo y siguiendo ese carácter de pastoral de las familias tan integrado a su historia, la parroquia de Santa Ana en el Vaticano centró la celebración patronal en la oración y gratitud por la maternidad.
«Santa Ana viene representada ya anciana, sentada y a sus pies está la pequeña Virgen María que recibe sus enseñanzas, la Palabra de Dios, con un libro en sus manos donde se aprecian los salmos», comentó el sacerdote recordando la iconografía tradicional, sobre todo aquella del Perú donde la devoción a la santa está particularmente extendida. «Entonces, Santa Ana es la madre que transmite la palabra de Dios a su hija», ejemplo y modelo de «los padres que transmiten la palabra de Dios a sus hijos».
Con información de Radio Vaticano.
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