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Ciudad de México (Lunes, 30-07-2012, Gaudium Press) «Con gran gozo he peregrinado hasta esta Basílica de Guadalupe, corazón mariano de México y de América, para proclamar la santidad de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen del Tepeyac, tan querido por los pueblos de México»; con estas palabras el Beato Papa Juan Pablo II proclamaba santo al indio Juan Diego, el predilecto de la Guadalupana.
Precisamente mañana, 31 de julio, se conmemorarán 10 años de este gran acontecimiento para los mexicanos. Para celebrar esta primera década de la canonización de quien también es llamado «el mensajero de la Virgen Morena», la Iglesia en México ha programado varias actividades en homenaje al santo indígena, que presidirá el Arzobispo de México y primado de la nación latinoamericana, Cardenal Norberto Rivera Carrera.
Las celebraciones iniciarán a las 10:00 de la mañana en la explanada de la Antigua Parroquia de los Indios, lugar que alberga los restos mortales del santo; luego continuarán en la Basílica de Guadalupe, donde a las 3:00 de la tarde el Cardenal Rivera presidirá una solemne Misa ante miles de fieles devotos del Santo Juan Diego, y culminarán a las 7:00 de la tarde con una celebración, también en la Antigua Capilla de los Indios.
Precisamente quienes peregrinen a la Ermita del santo indígena, situada en la Antigua iglesia de los Indios, recibirá indulgencia plenaria, tal como fue concedido desde diciembre de 2011 por el Arzobispo de México (Ver noticia anterior).
También estarán presentes en estos actos, el Obispo de la I Vicaría Episcopal «Sata María de Guadalupe, Mons. Florencio Armando Colín; el Rector de la Basílica de Guadalupe, Mons. Enrique Glennie; además del Cabildo Guadalupano.
¡Bendito Juan Diego!
«¡Bendito Juan Diego, indio bueno y cristiano, a quien el pueblo sencillo ha tenido siempre por varón santo! Te pedimos que acompañes a la Iglesia que peregrina en México, para que cada día sea más evangelizadora y misionera. Alienta a los Obispos, sostén a los sacerdotes, suscita nuevas y santas vocaciones, ayuda a todos los que entregan su vida a la causa de Cristo y a la extensión de su Reino», señalaba el hoy beato Juan Pablo II hace 10 años en la ceremonia de canonización del indio Juan Diego.
Ocasión en la que el beato polaco pidió también la intercesión del santo,por las necesidades del pueblo mexicano: «En este momento decisivo de la historia de México, cruzado ya el umbral del nuevo milenio, encomiendo a la valiosa intercesión de San Juan Diego los gozos y esperanzas, los temores y angustias del querido pueblo mexicano, que llevo tan adentro de mi corazón».
San Juan Diego nació en Cuauhtitlán en 1474, perteneciendo a una clase muy humilde durante el imperio Azteca. Su muerte ocurrió el 30 de mayo de 1548.
Con información de Siame y Agencia Fides.
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