Castel Gandolfo (Miércoles, 01-08-2012, Gaudium Press) Después de un mes de pausa, hoy de mañana Papa Benedicto XVI retomó las tradicionales audiencias generales de los miércoles. Continuando el ciclo sobre la oración, en la primera catequesis el Santo Padre se concentró en la figura de San Alfonso María de Ligorio, patrono del día. Doctor de la Iglesia y patrono de los estudiosos de Teología Moral y de los confesores, quien en el «Tratado de gran medio de la oración» enseña que la oración es «el medio necesario y seguro para obtener la salvación y todas las gracias que tenemos necesidad para conseguirla».
San Alfonso María de Ligorio |
San Alfonso nos enseña que «en cualquier situación de la vida, no se puede dejar de rezar, especialmente en el momento de las pruebas y las dificultades». Somos llamados a «golpear con confianza a la puerta del Señor» y a «no tener miedo de recurrir a Él y de presentarle con confianza nuestros pedidos, en la seguridad de aquello que nosotros precisamos». El Papa afirmó que Dios es la «cuestión central» de nuestra vida y nos torna «plenamente humanos».
«Y solamente a través de la oración – continuó – podemos acogerlo, acoger su Gracia, que, iluminándonos en toda situación» y, «conscientes de nuestra debilidad, debemos pedir la ayuda de Dios con humildad, confiando solo en la riqueza de su misericordia».
Al final de la audiencia el Papa dirigió su saludo en varias lenguas. A los peregrinos de lengua española invitó «en este tiempo veraniego, a no abandonar nunca la oración, como nos enseña San Alfonso María de Ligorio, pues de nuestra relación con el Señor en la plegaria y los sacramentos depende nuestra salvación».
El Papa insistió en la audiencia en la necesidad de la oración |
A los peregrinos brasileños dijo: «saludo a todos los peregrinos de lengua portuguesa, nombradamente el grupo de scouts de Alcobaça, invocando sobre vuestros pasos la gracia del encuentro con Dios: Jesucristo es la Tienda divina en medio de nosotros; id hasta Él, vivid en su gracia y tendréis la vida eterna».
Gracias al gran número de personas, la primera audiencia después de la pausa del mes de julio ocurrió en la Piazza della Libertà de Castel Gandolfo. El Pontífice condujo la catequesis desde la puerta central del Palacio de verano.
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