Pamplona (Lunes, 06-08-2012, Gaudium Press) Al acercarse la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, festividad que la Iglesia conmemora el próximo 15 de agosto, el prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, ha exhortado a «contemplar la belleza de nuestra Madre».
Esta invitación la ha dirigido el prelado a todos los miembros y amigos de la Obra fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer, en su reflexión para el mes de agosto.
«La solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora (…) atrae en este mes nuestro corazón y nuestra mirada. Al contemplar la belleza de nuestra Madre, asunta por Dios en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, nuestro amor filial se enciente aún más ante una figura tan excelsa», destaca Mons. Echevarría.
Continuando, asegura que en María, «por la encarnación del Verbo en sus entrañas purísimas, se cumplen de modo pleno las promesas divinas al antiguo pueblo de Israel».
Sobre lo cual expresa: «Demos gracias a Nuestra Señora por haber secundado perfectísimamente el designio divino con su humildad, su obediencia y su pureza. Roguémosle que sus hijas y sus hijos -los hombres y las mujeres de todos los tiempos- sigamos su ejemplo, esforzándonos por cultivar, con la ayuda divina, las virtudes que brillan en nuestra Madre».
Haciendo eco de palabras que dirigió el Papa Benedicto XVI en la Homilía de la solemnidad de la Asunción el año pasado, el prelado del Opus Dei, se refiere a María como el arca de la alianza: «María es el arca de la alianza, porque acogió en sí a Jesús; acogió en sí la Palabra viva, todo el contenido de la voluntad de Dios, de la verdad de Dios; acogió en sí a Aquel que es la Alianza nueva y eterna, que culminó con la ofrenda de su cuerpo y de su sangre: cuerpo y sangre recibidos de María».
Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei. |
Sobre lo cual dice que esa primera lección de María ha de ser asimilada y practicada: «la invitación a buscar a diario la unión más plena posible con la Voluntad santa de Dios, en los momentos agradables y especialmente en aquellos otros que resultan molestos y exigen sacrificio», agrega.
Más adelante, invita de nuevo a fijarse en la Madre de Dios, quien «es modelo de comportamiento para nosotros»: «Quién trató a Jesús en la tierra con más delicadeza y cariño que Ella? ¿Quién estuvo más pendiente de Él en los largos años de vida oculta y en la vida pública? ¿Quién lo recibió con mayor devoción en la Sagrada Comunión, después de que el Señor se marchó al Cielo tras haber dejado el don inigualable de su Sacrificio y de su Presencia sacramental en manos de los Apóstoles y de sus sucesores en el sacerdocio? Verdaderamente, como afirmaba el beato Juan Pablo II, María es la Mujer eucarística por excelencia», continúa.
Finalmente, llama para que se aprenda de María «a cuidar más y mejor el trato con Jesucristo en la Palabra y en la Eucaristía, en la lectura y meditación de la Escritura, en la asistencia o celebración de la Misa y en la Sagrada Comunión».
Con información de la Oficina de Información del Opus Dei.
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