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Castel Gandolfo (Lunes, 06-08-2012, Gaudium Press) Cuando la fe en Jesús está en el «centro de la existencia», tenemos «sentido pleno y esperanza firme en el camino muchas veces difícil», dijo el Papa. Benedicto XVI, invitando a abrirnos a la relación profunda y personal con Dios, reafirmó ayer en el Ángelus la necesidad de mirar la fe no con una perspectiva humana, sino con la de Dios, porque ella no significa «seguir una idea», sino «encontrar una Persona viva».
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| El Papa resaltó que es Jesús el «verdadero pan de la vida que sacia nuestra hambre de sentido, de verdad» |
En el patio del Palacio de Castel Gandolfo, con la presencia de numerosos fieles de varios países del mundo, entre los cuales muchos brasileños y peruanos, el Santo Padre invitó a preocuparse en la vida no solamente por las cosas materiales, sino también por las espirituales. Jesús, observó el Papa, «quiere abrir a un horizonte de la existencia que no es simplemente el de las preocupaciones cotidianas del comer, el vestir, la carrera», sino el de «dejarnos envolver totalmente por Él y por su Evangelio».
«Jesús -explicó- invita a no detenernos en el horizonte puramente humano y a abrirnos al horizonte de Dios, al horizonte de la fe». El milagro de la multiplicación de los panes en su sentido no es solamente un milagro para demostrar el propio poder, sino principalmente Él «verdadero pan de la vida que sacia nuestra hambre de sentido, de verdad». Es un «don del amor de Dios» a ser «pedido y acogido», no para ser «ganado con el trabajo humano». Y «nosotros, al recibirlo en la Eucaristía sepamos permanecer en Él y vivir con Él, acercándonos cada vez más a su gracia santificadora», continuó el Papa en el saludo en lengua española.
Entre los peregrinos presentes para la oración del Ángelus había una familia francesa que llegó en peregrinación a Roma a pie y con un burro.
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