Ciudad del Vaticano (Martes, 07-08-2012, Gaudium Press) Del 19 de julio al 10 de agosto de 1962 el Cardenal Montini realizó el más largo viaje de su episcopado al visitar los países de África: Rhodesia, Sudáfrica, Nigeria y Ghana. Fue el primer cardenal europeo en realizar una visita al continente africano. Los escritos inéditos fueron publicados ayer por primera vez por el «L’Osservatore Romano».
La visita del Cardenal Montini, futuro Papa Pablo VI, inició la tradición de los viajes internacionales de los pontífices. Él volvió al África en 1969, ya como sucesor de Pedro, visitando Uganda donde en Kololo ordenó doce obispos y encontró enfermos en el Hospital de Mulogo.
En 1960 el Cardenal Montini respondió a un pedido de los trabajadores italianos de la empresa lombarda Impresit-Girola-Lodigiani, empeñados en construir una presa en el río Zambesi, de asistencia espiritual. Su visita al continente africano fue recibida con mucho entusiasmo. De este viaje restó un diario escrito por el purpurado a mano. Los recuerdos minuciosos en más o menos treinta páginas pequeñas fueron depositados en el Fondo Montini inédito.
El primer viaje de un cardenal europeo fue muy seguido también por la Santa Sede. Montini partió de Fiumicino. Su primer destino fue Kariba, conquistado por una «bellísima puesta del sol», escribió. Allí permaneció por tres días para «saludar a la comunidad bivalente» de los empleados italianos y nativos, y para «honrar el trabajo realizado».
La segunda etapa fue Sudáfrica donde el arzobispo de Milán enfrentó una rígida segregación racial, presente también en los seminarios y las casas de noviciado, separadas entre blancos y negros. En un artículo para «L’Italia» escribió: «los negros son realmente segregados: me dio una impresión enorme ver a las aldeas enormes cerradas por cercas. Los blancos no pueden dormir allí, el misionero blanco puede estar allí durante el día, pero de noche no puede quedarse para dormir». El purpurado, profundamente emocionado por la situación, notó que solamente la Iglesia católica estaba «muy cerca de los negros». Presidió para ellos una celebración en la Catedral de Johannesburg.
En seguida, el cardenal fue a Nigeria, país de mayoría musulmana, donde fue recibido con mucho entusiasmo, resaltado en la prensa local. Allí también el arzobispo Montini fue tocado por «una reunión espectacular del pueblo» presente numeroso en las celebraciones también en días útiles.
Antes de llegar en auto a la última etapa del viaje africano, ocurrió un episodio que emocionó al cardenal Montini. El cortejo de autos que lo llevaba a Ghana, después de una improvisada inundación fluvial, tuvo que parar en un bosque. El purpurado escribió en el diario que con los ‘pobres y buenos africanos del bosque» comió un almuerzo.
En Ghana el arzobispo de Milán visitó la misión italiana de Akosombo, donde trabajaban en el río los empleados de la misma empresa lombarda de Kariba. Encontró también a todos los obispos del país y visitó la capital Acra y su universidad.
Después del retorno a Italia, el cardenal Montini habló sobre su viaje durante un coloquio privado con el Papa Juan XXIII, por quien fue recibido en el Palacio de Castel Gandolfo.
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