Redacción (Miércoles, 08-08-2012, Gaudium Press) Cuando entramos en supermercados y farmacias es común encontrar junto a la registradora cajetillas de cigarrillos a la venta. Además de los más variados colores y marcas, encontramos, en general, una imagen chocante con un mensaje: «el Ministerio de Salud advierte: fumar causa cáncer, embolia, etc…» Cuando se compran ciertos productos o medicamentos, también la industria advierte que no los dejemos «al alcance de niños».
Entretanto, ¿será necesario que los Ministerios de Salud creen un cartel semejante para las tiendas de aparatos electrónicos, especialmente las que venden computadoras?
Algunos hechos que por lo menos los padres y los usuarios de la red mundial, entre ellos el autor y el lector de este artículo, deberán tener en mente al navegar en internet y usar la computadora:
Según un estudio publicado en el ‘Archives of Pediatric and Adolescent Medicine’, 1.041 adolescentes chinos llenaron un cuestionario para identificar si accedían a Internet y si sufrían de ansiedad o depresión. La gran mayoría de los adolescentes utilizaba Internet correctamente (940), pero 62 (6,2%) fueron clasificados como internautas moderadamente viciados, o sea, patológicos, y 2 (0,2%) como «severamente patológicos».
Nueve meses después, la condición psicológica de los adolescentes volvió a ser evaluada y los investigadores descubrieron que los estudiantes que usaban Internet descontrolada o irracionalmente tenían una propensión dos veces y media mayor de desarrollar una depresión que aquellos que accedían a la red de manera moderada.
Después de semejante pesquisa de campo, el bielorruso Evgeny Morozov y el colombiano Pablo Alfonso Sanabria Ferrand certifican que el uso de internet y computadoras es perjudicial para las relaciones sociales de sus usuarios, por destruir la privacidad, facilitar la depresión, tornarlos indiferentes a sus propios actos, inseguros y con dificultades de centrar las informaciones. El internet puede producir en usuarios desprevenidos, adicción, depresión y ansiedad, que se reflejan en problemas en la familia, la escuela y el trabajo [1].
Además, el Psiquiatra Gary Small, al realizar experiencias en dos conjuntos de personas que usaban internet, algunos principiantes y otros experimentados, constató que ambos grupos demostraron la misma actividad cerebral al leer libros impresos, pero al navegar en internet, el grupo más experimentado demostró que la actividad cerebral era mayor especialmente en la Corteza pre-frontal del cerebro asociado con la solución de problemas y tomas de decisiones. Con todo, a pesar de esta súper excitación, que causa cansancio y desgaste físico, la parte del cerebro que corresponde al raciocinio especulativo permanecía casi inactiva. Por tanto, el cerebro era usado apenas de modo superficial. Gary Small, concluyó que «la corriente explosión de tecnología digital no solamente cambia el modo que vivimos y nos comunicamos, sino rápida y profundamente altera nuestros cerebros» [2]. Después de 5 años de estudio de los hábitos de los internautas, la University College of London comprobó una forma de lectura cada vez más superficial, «a form of skimming activity», concluyendo que los usuarios de internet no están leyendo según el «tradicional sentido de lectura» [3].
Además de los neurólogos, también es expresiva la opinión de la filosofía del lenguaje bajo la pluma de Manuel Maceiras: «Victoriosos sobre el espíritu, la innegable eficacia práctica de los medios en el dominio psíquico y en el ámbito familiar y social, indujo a la rápida conclusión de endosar a su influencia los procesos de despersonalización, irresponsabilidad y pérdida de identidad. […] A juicio de la neurología actual, acelera el funcionamiento de sus bandas y circuitos superficiales y hace más lento los más profundos, fomentando un tipo de pensamiento sin continuidad, débil, discursivamente desconectado». [4]
Este es un factor que debe ser considerado a nivel mundial. De acuerdo con el estudio de Internet World Stats, en 2009, 1.730.000.000 personas poseían acceso a Internet, lo que representa 25,6% de la población mundial. Según la pesquisa, Europa tenía casi 420 millones de usuarios, más de la mitad de la población on-line. Como es natural, cuanto más tardía es la industrialización en un país, menor es el uso de la red mundial. Cerca de 60% de la población en Oceanía, América del Norte y Europa tienen acceso a Internet, mientras que ese porcentaje es reducido para 6,8% en África. En América Latina y el Caribe, de sus 569 millones de habitantes, 30% (casi 175 millones de personas) poseían en 2009 el acceso a Internet, siendo que 67,5 millones eran brasileños [5].
A nivel individual, tal vez estos datos contribuyan para que el lector reflexione un poco en el modo de usar la red mundial, y reglamentar con disciplina las navegaciones por internet.
Duc in altum, navegar sí, mar alto, como pescadores de hombres. ¿Será que si pasásemos tanto tiempo en oración y apostolado, cuanto pasamos frente a la computadora, no seríamos santos y las iglesias no estarían más llenas? Tal vez… Entretanto, una cosa es segura. Tanto para la oración, cuanto para la Evangelización, no existen contraindicaciones. ¡Cuánto más, mejor!!!
Por Flávio Roberto Lorenzato Fugyama.
[1] Cf. FERRAND, Pablo Alfonso Sanabria. Características Psicológicas de consumidores de Cibersexo: Uma aproximación. Acta colombiana de Psicologia.n. 12, Nov. 2004. p. 19-38.
[2] «The current explosion of digital technology not only is changing the way we live and communicate, but is rapidly and profoundly altering our brains.»
^ http://www.wired.com/magazine/2010/05/ff_nicholas_carr/all/1
[3] «It is clear that users are not reading online in the traditional sense; indeed there are signs that new forms of «reading» are emerging as users «power browse» horizontally through titles, contents pages and abstracts going for quick wins. It almost seems that they go online to avoid reading in the traditional sense.» (UNIVERSITY COLLEGE LONDON. Information behaviour of the researcher of the future. 11 Jan. 2008. London. Report. p. 7).
[4] (MACEIRAS, Manuel. Metamorfosis del Lenguaje. Madrid: Editorial Síntesis. p. 429)
[5] Cf. WOLRD INTERNET USERS AND POPULATION STATS. Disponível em: www.internetworldstas.com/stats10.htm Accesso en: 30 Set. 2009.
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