Ciudad del Vaticano (Lunes, 13-08-2012, Gaudium Press) Después de 81 días desde el día de la prisión, con la publicación de la acción requisitoria del promotor de justicia Nicola Picardi y la sentencia del juez instructor Piero Bonnet, concluye hoy «parcialmente» la fase instructora formal sobre Paolo Gabriele, ex-ayudante de cuarto de Benedicto XVI, acusado de «hurto agravado» de la «documentación reservada transmitida al periodista Gianluigi Nuzzi». Junto a él fue acusado de los «crímenes de concurso en el crimen de hurto agravado» Claudio Sciarpelletti, técnico informático de la Secretaría de Estado, que quedó preso solamente por una noche. Hasta ahora su nombre había sido mantenido en secreto. Ambos serán procesados en el próximo otoño. El Vaticano publica hoy dos documentos integrales, pero sin dar nombres de los testigos además de aquel de Mons. Georg Gänswein, secretario privado de Su Santidad.
La historia inició en el invierno, con un programa televisivo de un canal italiano dirigido por Gianluigi Nuzzi, en el que se publicaban algunos documentos secretos, y tuvo seguimiento con la publicación del libro «Su Santidad – Papeles secretos de Benedicto XVI» del mismo periodista el 19 de mayo de 2012. El libro llevó a la pregunta sobre quién podía traicionar. Tras esos indicios, «el lunes sucesivo, día 21 de mayo de 2012 sucedía una reunión cerrada de la ‘Familia Pontificia’ en la cual participaban Mons. Georg Gänswein, Mons. Alfred Xuereb, secretarios privados del Papa, la señorita Birgit Wansing, las cuatro Memores y el acusado Paolo Gabriele», revela la sentencia.
El miércoles, día 23 de mayo, al ayudante Paolo Gabriele le fue comunicado por Mons. Gänswein la decisión de la «suspensión ‘ad cautelam’ «, «por posesión ilícita de documentos reservados, encontrados en su habitación en territorio vaticano». Eso fue afirmado por el Padre Federico Lombardi en un breve comunicado, cuando por primera vez el mayordomo no acompañó a Benedicto XVI en el papamóvil en la entrada en la Plaza San Pedro para una audiencia con los peregrinos. Hasta el día 21 de julio pasado Gabriele fue preso en una de las celdas de seguridad que están en territorio vaticano y desde aquel día y hasta ahora permanece en prisión domiciliaria.
La sentencia afirma que en su habitación, que se encuentra en territorio vaticano «fue encontrada una gran cantidad de documentos de propiedad y estricto interés de la Santa Sede y del Estado, algunos de los cuales, ya en un primer examen, resultaban publicados en el libro de Gianluigi Nuzzi». Además, fueron encontrados un cheque en nombre del Papa con valor de 100 mil euros; una pepita presumiblemente de oro y una edición de la traducción de la Eneida de Annibal Caro de 1581. Los documentos eran fotocopiados y venían «del escritorio de Mons. Georg Gänswein».
Sobre el futuro del proceso, el juez instructor, en la sentencia, declara «la parcial conclusión de la fase instructora» y «acusa al señor Paolo Gabriele delante del Tribunal del crimen de hurto agravado de acuerdo con los artículos 402, 403, 1° y 404, 1° c.p.; declara no tener que proceder delante el acusado Claudio Sciarpelletti por el crimen de violación del secreto, de acuerdo con el art. 159 c.p., por carencia de pruebas y por el crimen de concurso en el crimen de hurto agravado, de acuerdo con los artículos 63, 402, 403, 1° y 404, 1° c.p., por insuficiencia de pruebas; acusa al sr. Claudio Sciarpelletti delante del Tribunal por el crimen de favorecimiento según el art. 225 c.p.» , se lee en el documento.
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