El Papa conmemoró la fiesta de la Asunción en la parroquia de Castel Gandolfo

Castel Gandolfo (Miércoles, 15-08-2012, Gaudium Press) La Asunción de la Virgen María nos enseña que «en Dios hay espacio para el hombre» y también «en el hombre hay espacio para Dios», dijo Benedicto XVI en la homilía en la Misa celebrada en la iglesia parroquial de Castel Gandolfo, lugar donde el Pontífice pasa el verano europeo.

El Pontífice dijo que el Magníficat era una profecía, en la que la Virgen veía que todas las generaciones en la Iglesia la glorificarían

Una vez por año el Santo Padre sale de su Palacio para presidir la Misa entre los sencillos parroquianos. La ocasión es siempre la fiesta de la Asunción de la Virgen María, el día 15 de agosto. El Pontífice atraviesa toda la plaza hasta la entrada de la iglesia. La atmósfera es siempre festiva y muy particular. El Palacio Apostólico es decorado con los estandartes pontificios.

Las primeras personas llegaron para obtener un lugar ya desde las 5 de la mañana, pues la Misa con el Papa iniciaba a las 8. Un grupo de religiosas ejecutó melodías con guitarra y cantó. Benedicto XVI hoy de mañana hizo todo el recorrido por primera vez con bastón. Saludó a muchas personas, besó a los niños.

En la pequeña iglesia de Santo Tomás de Villanova, en Castel Gandolfo, el Papa explicó el significado del dogma de la Asunción para los fieles de nuestra época. En la figura de María se refleja «fe y amor». El Magníficat es una profecía de la glorificación de la Virgen, que harán todas las generaciones de la Iglesia. «María es un barco seguro que lleva a Dios».

Estando próximos al inicio del Año de la Fe, el Santo Padre afirmó la dimensión de la fe del dogma de la Asunción. En la Virgen María se demuestra la proximidad de Dios a todos nosotros. «En Dios hay espacio para el hombre» y por otra parte «también en nosotros hay espacio para Dios en la fe», observó el Papa.

«Dios nos espera -continuó- nos aguarda, no caímos en el vacío». El mensaje cristiano de la esperanza recuerda a todos los hombres que «nosotros no caímos en el vacío».

La Misa con el Papa fue concelebrada por el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone que hoy celebra la fiesta de su nombre. La iglesia parroquial, reabierta al inicio de agosto, después de una larga y trabajosa restauración, hoy de mañana estaba llena.