Castel Gandolfo (Miércoles, 15-08-2012, Gaudium Press) Hoy en la fiesta de la Asunción de la Virgen María el Santo Padre encontró a los fieles para la recitación del Ángelus en lugar de la audiencia general. Hoy de mañana a las 8:00 horas el Papa celebró la Misa en la iglesia parroquial de Castel Gandolfo. «La Asunción es una realidad que toca también a nosotros, porque nos indica de modo luminoso nuestro destino, el de la humanidad y de la historia», afirmó el Papa en el Ángelus.
Vinieron muchos peregrinos a Castel Gandolfo para encontrar al Santo Padre, incluso con el fuerte calor de esta mañana. Al inicio, cuando Benedicto XVI apareció en el balcón en el patio interno del Palacio Apostólico, las personas lo saludaron con un alegre y fuerte: «Viva el Papa».
Para el Papa, la Asunción de la Virgen solo puede ser entendida a la luz del misterio Pascual |
El Santo Padre repitió en la reflexión antes de la recitación del Ángelus el tema de la homilía de esta mañana – el sentido profundo de la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Recordó también la historia del dogma proclamado por Pío XII en 1950.
«Para entender la Asunción tenemos que mirar la Pascua» desde el misterio de la muerte y la resurrección del Señor, observó el Papa. Por eso también a la Asunción al Cielo de María es «el misterio de la Pascua de Cristo plenamente realizado en Ella».
«Pero la Asunción es una realidad que toca también a nosotros, porque nos indica de modo luminoso nuestro destino, el de la humanidad y de la historia. En María, de hecho, contemplamos aquella realidad de gloria la cual es llamado a cada uno de nosotros y a toda la Iglesia».
La Asunción nos trae también un mensaje de esperanza porque «nos abre al futuro luminoso que nos espera, nos invita también con fuerza a confiar más en Dios, a seguir su Palabra, a buscar y cumplir su voluntad todos los días: es ésta la vía que nos torna ‘bienaventurados’ en nuestra peregrinación terrenal y nos abre las puertas del Cielo», dijo el Papa.
Benedicto XVI saludó también a los peregrinos de lengua española: «En la fiesta de la Asunción de la Virgen María contemplamos a la Madre de Dios participando con su cuerpo y alma en la gloria del cielo. En ella vemos ya realizada la plenitud de vida a la que todos estamos llamados. Que la certeza de su intercesión maternal sobre cada uno de nosotros fortalezca nuestra esperanza y acreciente nuestro amor».
Benedicto XVI dirigió un saludo hoy también a los peregrinos de lengua portuguesa, de modo particular saludó a los peregrinos brasileños de Umuarama y Paranavaí. «Sobre cuyos pasos – dijo – y compromisos cristianos imploro, por la intercesión de la Virgen Madre, las mayores bendiciones divinas. ¡Dejad a Cristo tomar posesión de vuestra vida, para que seáis cada vez más vida y presencia de Cristo! Id con Dios».
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