Managua (Jueves, 07-05-2009, Gaudium Press) La relación entre la Iglesia Católica en Nicaragua y el gobierno federal del país, deteriorada después de denuncias de fraude electoral en las elecciones municipales de noviembre del año pasado, volvió a degradarse en esta semana después de la Conferencia Episcopal del país tomar conocimiento de declaraciones atribuidas al sacerdote español Gregorio Raya, en que el prelado acusa a los religiosos de Nicaragua de «corruptos, alcohólicos, mujeriegos y padres de hijos ilegítimos». Las declaraciones habrían sido publicadas por el gobierno del presidente Daniel Ortega, en el poder desde enero del 2007.
Firmado por Orlando Núñez, asesor de asuntos sociales del presidente, el documento titulado «Relación entre la Iglesia y el Frente Sandinista» trae una supuesta conversación entre él y el sacerdote Raya, párroco de Juigalpa, una de las principales parroquias nicaragüenses. En la conversa, el padre español habría dicho que la Iglesia nicaragüense es una de las más corruptas en la visión del Vaticano, e inclusive substrae «decenas de millares de dólares» de donaciones recibidas y además participan de fiestas.
«En la Semana Santa estuvieron en una discoteca privada 25 personas, de las cuales 18 eran sacerdotes, inclusive el mismo (Raya)», dice el documento.
El sacerdote afirma, en el documento, que la Iglesia tiene una posición «hostil» en relación al gobierno, acusado por ella de minar su institucionalidad, y también que el ejecutivo camina por la misma trilla que en la década del 80, primer mandato de Daniel Ortega, cuando Iglesia y gobierno mantenían un reconocido roce.
Reacción
A la Conferencia Episcopal del país no le gustaron las declaraciones y exigió del gobierno una explicación. Raya, que habría hecho las afirmaciones, las negó públicamente y dijo que siquiera conoce a Núñez.
Según el episcopado, las acusaciones son apenas «un ensayo de novela» y el texto es «producto de una mente imaginativa sin fundamentos».
«El texto tiene la intención de deteriorar la imagen de una Iglesia representada en sus obispos y sacerdotes, que se esforzó por mantener su fidelidad profética y proximidad a los más humildes y simples», dijeron los obispos.
Hacker
Para «aliviar» el roce, la primera dama Rosario Murillo emitió un comunicado en que culpa a un supuesto hacker de sabotear el correo electrónico personal del asesor y divulgar este documento, explicación no aceptada por la Iglesia.
Murillo también solicitó una reunión urgente con la CEN para aclarar la situación, pero Orlando Núñez desapareció de la prensa y no da entrevistas. De acuerdo con la prensa local, el escándalo puede costarle el cargo y él estaría teniendo «problemas» con el presidente Ortega.
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