Santiago (Viernes, 17-08-2012, Gaudium Press) El pasado miércoles 15 de agosto, día en que la Iglesia Universal celebra la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen, el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, celebró la eucaristía en compañía de representantes de las diversas congregaciones religiosas e institutos de vida apostólica en el templo de Santo Domingo.
En su mensaje, el prelado agradeció a Dios por las innumerables vocaciones religiosas que suscita en la vida de la Iglesia y también por los diversos carismas que expresan de variadas formas su amor para con los hombres. «Es la fe en Dios la que hace de verdad grande a la persona humana» y dicha plenitud se alcanza reconociendo «sobre todo quienes han sido llamados a la radicalidad del seguimiento de Jesús, que sólo Dios basta», comentó al inicio de su homilía.
Algunas de las religiosas presentes en la celebración |
«¿No será justamente éste el primer testimonio y el primer servicio, el más radical y más importante de nuestra vida de consagrados y consagradas para el hombre y la mujer de hoy? ¿No será reproducir en nosotros ese «sí» a Dios? Justamente, en este mundo marcado con tantos signos de secularismo, ¿no será nuestra radicalidad en el seguimiento de Jesucristo, la primacía de Dios en nuestra vida, el servicio más esencial que la vida religiosa está llamada a prestar al mundo de hoy?», preguntó a los asistentes el obispo.
Y agregó: «Yo estoy convencido que el primero de los desafíos de la vida consagrada hoy en la Iglesia es la radicalidad de ese `sí´ al Señor». En este mismo sentido enfatizó que la Virgen María llegó «a la gloria de la Asunción a través de una vida entregada totalmente a los demás».
Finalmente, monseñor Ezzati llamó a los religiosos y religiosas a enfrentar con esperanza los momentos difíciles que sobrevengan y a renovar con creatividad la veta dejada por los fundadores. «Cuando el Concilio nos invita a volver a las fuentes, tengamos la audacia de volver también a esa fuente, y si alguna estructura pesada de la historia nos impide vivir la originalidad de nuestra vocación religiosa al servicio de los hermanos, no tengamos miedo a renunciar a esas estructuras para ser de verdad signos del amor de Dios en medio de nuestros hermanos, especialmente los más débiles», dijo.
Signos de que en Dios todo es posible
Al término de la Santa Misa el padre Sergio Pérez de Arce, ss.cc, Presidente de la Conferencia de Religiosos de Chile (Conferre), expresó a medios de prensa de Iglesia que los religiosos y religiosas «reconocemos que la Virgen vive en la plenitud y es modelo en la fe para todos los creyentes. En este día, la Iglesia entera ha querido celebrar el Día de la Vida Consagrada, de la vida religiosa, porque quisiéramos, a imitación de la Virgen y en seguimiento de Jesús, darnos por entero al Señor, a nuestros hermanos, en un espíritu de servicio, de consagración plena».
Por su parte, la hermana Sandra Henríquez, de las Carmelitas Misioneras y Vicepresidenta de Conferre, destacó que «queremos proclamar que el Señor es grande, que hace maravillas en nosotros. Somos llamados a ser un signo de que Dios en nosotros hace obras grandes para el Reino, para la gente. Esta misión es doble o triple en este tiempo de secularización. Se requiere de nosotros mucha fidelidad, mucha valentía y seguir siendo un signo de que en Dios todo es posible».
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