Ciudad de Ho Chi Minh (Sábado, 16-08-2012, Gaudium Press) El Santuario Mariano de La Vang, en la provincia de Quang Ti de Vietnam, acogió la peregrinación de decenas de miles de católicos con motivo de la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen, el pasado 15 de agosto. La Eucaristía solemne fue presidida por el Delegado Pontificio, Mons. Leopoldo Girelli, y concelebrada por los Arzobispos y Obispos de siete diócesis del país, además de unos 200 sacerdotes.
La Basílica de Nuestra Señora de La Vang, destruida en 1972. A la derecha, imagen de la Santísima Virgen en el lugar de la aparición en 1798. |
«La Asunción de María al Cielo es nuestra alegría», expresó Mons. Girelli, quien destacó su papel como «nuestra Madre celestial». El Delegado Pontificio también presidió la instalación de la primera piedra de la nueva Catedral durante la celebración, indicando que la construcción contribuirá al crecimiento de la Iglesia y de la devoción a la Santísima Virgen. La Basílica Menor original fue destruida en 1972, en medio de un fuerte combate, y el Santuario actual consta de una explanada y una recreación del árbol sobre el cual se apareció Nuestra Señora de La Vang.
Las decenas de miles de fieles católicos presentes en la celebración peregrinaron desde todas las regiones del país al que es el Santuario Mariano más importante del país, donde se recuerda la aparición de la Virgen María a los católicos que, huyendo de la persecución del rey Son Tay Canh, se refugiaron en los bosques de La Vang, en 1798. En las duras condiciones del exilio que les produjo una grave enfermedad, Nuestra Señora se presentó, con el Divino Niño Jesús en sus brazos, mientras oraban el Rosario. Nuestra Señora los consoló y les enseñó a preparar la medicina para el mal que les aquejaba.
La historia de esta advocación se relaciona estrechamente a las difíciles condiciones que enfrenta actualmente la Iglesia en varias provincias de Vietnam, donde la libertad religiosa sufre grandes restricciones y las discriminaciones y ataques a los católicos son cotidianos. La multitudinaria asistencia al Santuario es un mensaje de fidelidad y comunión de los fieles católicos en medio de las dificultades y una renovación de la confianza del pueblo vietnamita en la ayuda y compañía de la Santísima Virgen en la persecución.
Con información de Asia News
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