Ciudad del Vaticano (Lunes, 20-08-2012, Gaudium Press) Por 33ª vez inició el ‘Rimini Meeting’, un encuentro anual promovido por el Movimiento «Comunión y Liberación». Hasta el día 25 de agosto será abordado el tema de «La naturaleza del hombre es la relación con el infinito». El Santo Padre dirigió un mensaje a los participantes recordando que «Cada cosa, cada relación, toda alegría, así como toda dificultad, encuentra su razón última en el ser una ocasión de relación con el Infinito».
El tema de la relación con el Infinito es tratado en el Meeting en varios aspectos: político, cultural, científico. Entre los temas presentados se encuentran los que dicen respecto a América Latina. Ayer fue abierta una muestra titulada: «Utopías y significado: Dos Banderas de la Independencia de la América Hispánica. 1808-1824» curada por Anibal Fornari, Docente de Antropología Filosófica y Director del Doctorado en Filosofía de la Universidad de Santa Fe.
En su mensaje el Santo Padre afirmó la necesidad que el hombre tiene de Dios para ser plenamente libre. «Decir que ‘la naturaleza del hombre es la relación con el infinito’ significa entonces decir que toda persona fue creada para que pueda entrar en diálogo con Dios, con el Infinito», observó al inicio. Recordando las palabras del «Salmo 63» que habla sobre la sed de Dios, el Papa advirtió contra la búsqueda de Dios «en direcciones equivocadas» que se expresa «en la droga, en una sexualidad vivida de modo desorganizado, en las tecnologías totalizantes (de totalización), en el éxito a cualquier costo, hasta incluso en formas engañadoras de religiosidad. También las cosas buenas – continuó – que Dios creó como caminos que conducen a Él, con frecuencia corren el riesgo de ser absolutizadas y tornarse así ídolos que se substituyen al Creador».
Benedicto XVI reafirmó el hecho que «de ser hechos para el infinito» que significa para el hombre «recorrer un camino de purificación» y «de conversión del corazón y de la mente». Es preciso, continuó, «extirpar todas las falsas promesas de infinito que seducen al hombre y lo vuelven esclavo. Para reencontrar realmente a sí mismo y la propia identidad, para vivir a la altura del propio ser, el hombre debe volver a reconocerse criatura, dependiente de Dios». Porque dependencia de Dios torna «una vida realmente libre y plena», como fue escrito por San Pablo en su «Epístola a los Romanos» en el cual se presenta como «siervo de Cristo Jesús».
En aquel contexto el Papa recordó también las palabras del Siervo de Dios, Mons. Luigi Giussani, fundador de «Comunión y Liberación», invitando a vivir la propia existencia humana «como vocación». «Dios tiene en el corazón nuestra felicidad, nuestra plena realización humana. Pedimos, entonces, entrar y permanecer en la mirada de la fe que caracterizó a los Santos, para poder descubrir las semillas del bien que el Señor esparce a lo largo del camino de nuestra vida y adherir con alegría a nuestra vocación», concluye el Mensaje del Papa.
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