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Redacción (Jueves, 23-08-2012, Gaudium Press) La solemnidad de la Asunción es muy popular en el mundo cristiano y especialmente en Nazaret.
En la ciudad de la Virgen María, esta fiesta se celebra con tres actos destacados en este orden: una procesión popular, la celebración de la misa, y una danza mariana, la «sahjeh», también llamada «danza de las espadas o del dragón», que busca honrar a la Madre de Dios.
La referencia al dragón se debe a un texto del Apocalipsis: «El dragón se puso delante la mujer, que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. Y dio a luz un hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. Entonces la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que allí la alimenten durante mil doscientos sesenta días». (Ap, 12)
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| Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén |
En medio a un gran círculo formado por los fieles, dos «combatientes» armados de espadas y de escudos se enfrentan en «duelo».
Un lector recita versos, tradicionales o improvisados, de deseos inspirados por la lectura de la fiesta, para impedir que el enorme dragón del Apocalipsis pueda devorar el Niño que nace. El «zajjal» o animador interviene después de cada verso para ‘separar’ los contendores e invitar a los participantes a repetir en coro el refrán.
Esta danza típica de Nazaret se realiza gracias a algunas famílias que guardan celosamente consigo las viejas espadas y escudos y que animan tradicionalmente, de padre a hijo, la «danza marial del dragón». La fiesta ocurre tanto en la Iglesia latina, como en las Iglesias melquita y maronita de Nazaret.
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