"La inquietud de San Agustín es la constante búsqueda por lo mejor"

San Pablo (Martes, 28-08-2012, Gaudium Press) Hoy 28 de agosto es el día en que los católicos recuerdan uno de los más conocidos e importantes santos que brillan en el firmamento de la Iglesia. Uno de los llamados Santos Padres que formaron la Patrística, o sea, la fase de la organización inicial de la Teología Cristiana con elucidación progresiva del dogma cristiano. Le correspondió a la Patrística la apología, la defensa del cristianismo frente a las religiones paganas y las sucesivas interpretaciones heterodoxas que darían lugar a las herejías.

San Agustín fundó la orden religiosa de los Agustinos. Ellos se esparcieron por el mundo y hasta hoy tienen alta importancia dentro del escenario eclesiástico y laico.

Fray Felipe da Cruz, OSA, perteneciente al Vicariato Agustino Nuestra Señora de la Consolación del Brasil, respondió algunas preguntas hechas por Gaudium Press.

Gaudium Press – ¿Cuál es el significado del escudo de la Orden Agustina?

Fray Felipe da Cruz, OSA – La Espiritualidad Agustina es movida, particularmente, por la inquietud. Es justamente esa postura que explica, en resumen, el significado de nuestro «símbolo». Todo en él hace referencia a la experiencia vivida por Agustín, que nos inspira.

Escudo de la Orden de San Agustín

El corazón en llamas señala la constante vitalidad de la inquietud que no es nada más que la constante búsqueda por lo mejor, teniendo en vista el amor a Dios, y [el amor] a los hermanos y hermanas por su causa. El corazón es traspasado por una flecha, señalizando que la inquietud es causada, no por voluntad propia, sino porque Dios, mediante su palabra que es viva y eficaz, nos toca profundamente. Y un reflejo de la inquietud es el ardiente empeño en la búsqueda de la Verdad, señalada en el libro abierto.

Gaudium Press – ¿Cuál es el carisma de la Orden de San Agustín?

Fray Felipe da Cruz, OSA – Al contrario de la mayoría de las Órdenes y Congregaciones, que optan por un carisma específico (educación, salud, catequesis, etc.), la Orden de San Agustín, en virtud de la experiencia originaria y por razones históricas, prefiere adoptar un «estilo de vida». Agustín, cuando fundó las primeras comunidades deseaba solo vivir el doble mandamiento del amor, según la regla de los Apóstoles, en el servicio disponible a la Iglesia. La vida agustina, entonces se basa en tres principios fundamentales: interioridad, manifestada en la comunión con Dios y en el autoconocimiento; vida fraterna, a ejemplo de los Apóstoles que «tenían todo en común»; y el servicio a la Iglesia, manifestado en los más diversos tipos de apostolado. La Orden, por tanto, vive el carácter contemplativo y apostólico enfatizando, como medio eficaz de santificación, la vida comunitaria.

Gaudium Press – ¿Cómo y cuándo los Agustinos llegaron al Brasil?

Fray Felipe da Cruz, OSA – La primera referencia a la presencia Agustina en Brasil, dice respecto a los Agustinos Reformados, en Bahía. En 1963, algunos frailes provenientes de la Real Congregación de Agustinos Reformados, se establecieron en una de las colinas de Salvador, donde fundaron el convento de Nuestra Señora de la Palma, donde permanecieron hasta 1824, cuando se dio la supresión del convento por el Emperador Pedro I. Con la supresión y la imposibilidad de recibir novicios, los frailes vuelven a Portugal. Es cierto, entretanto, que la presencia carismática y espiritual agustina continuó en la Tierra de Santa Cruz por medio de otras congregaciones que seguían la Regla de San Agustín, o que se inspiraban en su ejemplo. De cualquier forma, la presencia efectiva de los Agustinos solo puede ser rehabilitada al final del siglo XIX, con frailes provenientes de la Provincia de las Filipinas y de la Congregación de Agustinos Recoletos, de España. En 1899, llegan entonces los Agustinos de la Provincia de las Filipinas (Vicariato del Santísimo Nombre de Jesús). En 1929, los de la Provincia Matritense del Sagrado Corazón de Jesús (Vicariato Nuestra Señora de la Consolación de Brasil). En 1933, los de la Provincia de Castilla (Vicariato de Castilla). En 1962, los de la Provincia de Malta (Delegación de Malta). Actualmente los Vicariatos del Santísimo Nombre y de Castilla, así como la Delegación de Malta están en el proceso de unificación, visando la fundación de una Provincia Brasileña. El Vicariato de la Consolación sigue un proceso similar, caminando para el mismo destino.

Religiosos de la Orden de San Agustín

Gaudium Press – ¿En cuáles países la Orden se hace presente? ¿Cuántos son los religiosos agustinos en el mundo?

Fray Felipe da Cruz, OSA – Los países divididos por los continentes son:

África: Kenia, Tanzania, Congo, Nigeria, Guinea Ecuatorial y Argelia.

Américas: Canadá, Estados Unidos, México, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay. También tenemos una representación no gubernamental en la sede de la ONU.

Asia: Indonesia, India, Corea, Papúa Nueva Guinea, Filipinas y Japón.

Europa: Italia, España, Francia, Alemania, Bélgica, República Checa, Holanda, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Malta, Polonia y Austria.

Oceanía: Australia

Un total de 2786 Religiosos. (Datos del 2010)

Religiosos celebran hoy la fiesta de su fundador

Gaudium Press – Cuando comentaba la ligación entre creer y conocer, en el Ángelus de ayer, Benedicto XVI recordó enseñanzas de San Agustín. ¿Puede hacer una relación entre la doctrina de su fundador y el Año de la Fe que será abierto en breve?

Fray Felipe da Cruz, OSA – El Papa Benedicto, en lo que dice respecto a la Teología, es marcadamente agustino. Sin duda, Agustín es una importante luminaria para la vivencia del Año de la fe. La relación entre la fe y la razón fue uno de los inspiradores temas tratados por él en sus obras y sermones. Es preciso creer para comprender y comprender para continuar creyendo. Fe y razón son, entonces, «dos alas» que nos permiten alzar vuelo. La celebración propuesta por el Santo Padre, en el espíritu de las conmemoraciones jubilares del Vaticano II, precisa ser marcada por el ejercicio de la profundización de aquello en que creemos. Los cristianos católicos deben aprovechar ese «tiempo de gracia» para encontrar y sumergirse en las razones de la fe. Agustín es una referencia especial: encontrando, continuó buscando siempre más. Delante de una sociedad que reclama el testimonio de los creyentes, vale el esfuerzo por la profundización de la fe y, sobre todo, por el testimonio de ella.

Gaudium Press / Emílio Portugal Coutinho