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Pavia (Martes, 28-08-2012, Gaudium Press) Hoy, 28 de agosto, la Iglesia celebra a San Agustín, Obispo de Hipona y Doctor de la Iglesia, gran predicador y escritor, quien en sus Confesiones compartió de una forma sin precedentes su encuentro con el amor de Dios y se convirtió en modelo espiritual para muchas generaciones de cristianos. Su muerte, acaecida el año 430, a la edad de 76 años, es recordada con varias Eucaristías en la iglesia de San Pietro in Ciel d’Oro, en Pavía, Italia, donde se conservan sus restos.
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| La «Urna de san Agustín» y el bello mausoleo contruido en honor del santo en 1362. |
Frente al mausoleo del santo, labrado hace 650 años, el Cardenal Angelo Scola, Arzobispo de Milán, celebrará la solemne Eucaristía de la fiesta de San Agustín, como también lo harán, a diferentes horas del día, el Obispo de Pavía, Mons. Giovanni Giudici y el Prior General de la Orden de San Agustín, P. Robert Prevost.
En una entrevista difundida por la Agencia Zenit, el Cardenal Scola destacó el legado espiritual que San Agustín sigue aportando a la Iglesia a través de los siglos. «San Agustín es un testigo poderoso de la contemporaneidad de Cristo para cada hombre», afirmó, recordando la mención que del santo hizo Benedicto XVI en una audiencia general del mes de enero.
«Es el corazón inquieto del que habla en el inicio de sus Confesiones», continuó el Cardenal. «Su búsqueda sin descanso, que ha fascinado a los hombres de todos los tiempos, es especialmente valiosa para nosotros hoy, inmersos (y frecuentemente sumergidos) en las angustias del comienzo del tercer milenio». Según el prelado, esta búsqueda del hombre no se satisface en el plano horizontal, de las creaturas, sino que impulsa al hombre en vertical, a la búsqueda de Dios.
Para el Cardenal Scola, San Agustín es «un genio de la humanidad y un gran santo, un hombre que es completamente exitoso». En una sociedad obsesionada con la realización personal y el éxito, los santos son un ejemplo de perfección, que no se obtiene en la búsqueda de sí mismo y su desarrollo personal, sino en la búsqueda de solo Dios, destacó el prelado.
Con información de Zenit.
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