"Defínase: o se queda o se va": Obispo de Cancún-Chetumal

Ciudad de México (Viernes, 31-08-2012, Gaudium Press) Mons. Pedro Pablo Elizondo, Obispo de Cancún-Chetumal, México, en artículo publicado recientemente, afirmó que Nuestro Señor Jesucristo pide a todo católico que, en el mundo de hoy, opte radicalmente por Él porque delante del Señor no hay opción para ser mediocre o indiferente.

El artículo titulado «Defínase, o se queda o se va» fue publicado el pasado día 27 en el site de la Conferencia Episcopal Mexicana. En él, el Obispo hace una reflexión de las palabras de Cristo sobre la Eucaristía y la poca comprensión de los que lo oyeron y que calificaron sus palabras como siendo duras.

Delante del rechazo de sus seguidores, Nuestro Señor no se asusta ni desanima pero pide una opción radical

Mons. Elizondo muestra que «delante del rechazo de sus seguidores, Nuestro Señor no se asusta ni desanima, solo pide que delante de Él sea tomada una opción radical, pide al hombre que lo admira que se defina, con Él o contra Él. Delante de Cristo no se puede ser indiferente, hay que definirse: crees o no crees, te quedas o te vas. Conmigo o contra mí».

«Si no nos definimos por el bien, seremos arrastrados por el mal; no necesitamos decidir por el mal para acabar mal, sin embargo, necesitamos sí decidirnos por el bien para acabar bien», escribe el prelado.

Y el Obispo continúa: «el ser humano es frágil e insuficiente para ser feliz, necesita decidirse por el bien y buscar ayuda para poder conseguirlo, entretanto su soberbia no permite reconocer esto ni buscar ayuda».

«A Nuestro Señor Jesucristo no le gustan las indefiniciones, las dudas, las medias tintas. Cristo es radical delante de los que dudan en seguirlo», agrega.

Refiriéndose al mundo de hoy, Mons. Pedro Pablo afirma que él «nos envuelve fácilmente en la confusión y en la duda. El mundo en que vivimos nos favorece con una vida cómoda y mediocre; el mundo en que vivimos ofrece una doble cara, la incoherencia».

«Al mundo le gusta que vivamos de apariencias, que digamos que creemos y sin embargo vivamos como si no creyésemos. Mucha gente se dice creyente pero, no practicante, como si se pudiese creer una cosa y vivir otra, como si fuese posible seguir a Jesucristo, mientras, en realidad se estuviese siguiendo las apetencias del mundo y de nuestras pasiones desordenadas». Por eso, advierte el Obispo de Cancún-Chetumal, «hoy más que nunca es tiempo de decidirnos radicalmente: seguirlo o dejarlo, con Él o contra Él.

No podemos encender una vela para Dios y otra para el diablo. Cristo nos vuelve a preguntar: «¿usted también no quiere ir?».

Ojalá, respondamos como San Pedro, finaliza Mons. Elizondo, «¿a quién iremos, Señor, si solo Tú tienes palabras de vida eterna?».