Avellino (Jueves, 06-09-2012, Gaudium Press) Con una solemne Eucaristía presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de la Santa Sede, se dio inicio el pasado 01 de septiembre a un Año Jubilar Mariano en el Santuario Benedictino de Montevergine, en la provincia de Avellino, Italia. «La santidad y grandeza de María está en su papel como colaboradora de Dios, dispensadora de la gracia y la misericordia para cada devoto que se dirige a Ella», afirmó el Cardenal.
Nuestra Señora de Montevergine |
La especial celebración conmemoró el séptimo aniversario del icono de Nuestra Señora de Montevergine, además del traslado de la imagen a su histórica capilla. El Año Jubilar concedido por Benedicto XVI es «una invitación para renovar una sincera y filial devoción a María», explicó el Cardenal Bertone. La Santísima Virgen «nos ayuda a fortalecer nuestra a veces temblorosa fe y a escuchar las enseñanzas de su Hijo, Jesucristo, transmitidas por la Santa Iglesia».
Sobre la advocación, conocida como la «Majestad de Montevergine», el Cardenal destacó especialmente la belleza de su mirada. «Ojos que llaman a la oración, a la apertura del corazón. Son ojos que no miran a un grupo grande, sino al individuo que ora y la mira», describió el Secretario de Estado. «Cada devoto, cada persona que ora siente la atención especial de la Señora».
El prelado también destacó la realeza de la Virgen en la representación del icono: «es la Reina del Cielo, quien sostiene en sus manos al Hijo de Dios, quien es también su hijo y quien heredó de ella su naturaleza humana», describió. «Para Jesús, su madre no era sólo eso. Sus méritos son mucho más grandes: ella estuvo disponible a la voluntad de Dios, y se puso totalmente a su servicio».
Con información de Zenit.
Deje su Comentario