Unos 300 niños fueron raptados y convertidos a la fuerza al Islam en Bangladesh

Dhaka (Sábado, 08-09-2012, Gaudium Press) Los niños de las tribus mayoritariamente cristianas de Tripuri, en Bangladesh, son las nuevas víctimas de la persecución religiosa. Según denuncias publicadas por la agencia Asia News, un total de unos 300 menores han sido raptados y enviados a madrassas (escuelas islámicas), donde se les obliga a apostatar de su fe en Cristo y convertirse forzadamente al Islam.

La madrasas son escuelas islámicas con un férreo carácter religioso y han sido acusadas de adoctrinamiento incluso terrorista en países como Pakistán.

Según fuentes locales que pidieron reservar su identidad, varias personas consideradas «intermediarios» visitan comunidades pobres donde convencen a los padres de familia cristianos de que envíen a sus hijos a una «escuela de misión» que por una suma de 500 a 1.200 dólares cubrirá su educación y nutrición. Después de obtener el dinero, los criminales venden los niños a escuelas islámicas en otras regiones del país.

El último caso de esta cruel modalidad de secuestro involucró 10 niños y una niña que lograron huir después de seis meses de maltrato y adoctrinamiento. Los menores contaron con el apoyo de la organización Hotline Human Rights Trust, dirigida por una mujer católica.

Ocho de los niños fueron enviados por sus captores a la escuela islámica Darul Huda en el poblado de Mia Para. La niña fue ubicada en una madrassa en Muhammadpur, Dhaka y los otros dos menores se encontraban recluidos en otra escuela Darul Huda en Maddha Badda. Sus estudios diarios incluían cuatro horas de lengua árabe, tres horas de lectura del Corán y cinco oraciones diarias.

Los niños denunciaron que en esas escuelas encontraron otros niños cristianos, algunos aún más jóvenes. Quienes se negaban a participar en las oraciones o fallaban en las lecciones eran castigados físicamente. La niña rescatada presenta cicatrices en una mano, en la cual era golpeada con una vara.

Las conversiones forzadas hacen parte de la campaña de ataque contra los cristianos de Tripuri, tanto católicos como protestantes, a quienes los musulmanes acusan de crear una mayoría cristiana en el área con el supuesto fin de anexar el territorio a India.

Según informó Asia News, los primero ocho niños se atrevieron a buscar ayuda en una familia hindú que residía cerca de la madrassa después de que el imán de la escuela anunciara que serían circuncidados. Esta familia contactó a los padres de los niños, quienes acudieron a la ONG para coordinar su rescate. Los ocho niños huyeron de su escuela en dos grupos, el 04 y el 13 de julio. Los otros dos varones, ubicados en otra población se atrevieron a huir por su cuenta al tener noticias del escape de los demás.

El rescate de la niña fue más complicado. Sólo después de que otra niña de su poblado escapó de la madrassa y contó lo sucedido, pudo ser ubicada por sus padres. El imán del lugar exigió la presencia del padre para entregar la niña, e intentó provocarlo con insultos a la Biblia y acusaciones de adulterio e inmoralidad. El padre soportó las afrentas y eventualmente consiguió traer de regreso a su hija.

Con información de Asia News.