Nueva York (Viernes, 14-09-2012, Gaudium Press) En un artículo en su blog personal, el Cardenal norteamericano Timothy Dolan rechazó la constante sugerencia de que la Iglesia debería revisar ciertos contenidos de su doctrina para mantenerse actual y no perder fieles. «Lo que está claro es que la misión divina de la Iglesia es no cambiar su enseñanza para «adaptarse a los tiempos», sino profundizar su conformidad con lo que Dios ha revelado», afirmó el prelado.
La doctrina de la Iglesia no es anticuada, sino avanzada: tiene los ojos puestos en la eternidad, afirmó el Cardenal. |
El Card. Dolan reflexionó sobre el Concilio Vaticano II y cómo quienes critican a la Iglesia interpretaron erróneamente su intención. Con su acostumbrado buen humor, caricaturizó a quienes esperaban cambios radicales en la doctrina para hacer a la Iglesia «más relevante y actualizada». Esas personas descubrieron en los pontificados de Pablo VI, el Beato Juan Pablo II y Benedicto XVI que esos cambios no llegaron nunca, supuestamente «arruinados» por el «conservatismo opresivo» de los Pontífices.
No existe tal situación en opinión del Cardenal Dolan, quien recordó al Beato Juan XIII en la Apertura Solemne del Concilio. El Pontífice «hizo una distinción entre el contenido de la Fe – que no puede cambiar – y la forma como es presentado». El prelado expuso que todas las reformas introducidas buscaron una «renovación genuina» que mantenga la tradición y la presente efectivamente. «Todos son esfuerzos para hacer eso, y así continúan, gracias a Dios».
«Nuestro desafío difícilmente es cambiar la revelación de Dios para adaptarla a nuestros caprichos», señaló el Cardenal y Arzobispo de Nueva York, «sino cambiar nuestras vidas para conformarlas a sus designios». Las enseñanzas de la Iglesia, «las llamadas «ideas pasadas de moda» ¡son en realidad más actuales, urgentes y «progresistas» que nunca!».
El Card. Dolan ofreció varios ejemplos de esta realidad: la promoción de la castidad y el matrimonio produce familias más estables y felices, frente al mayor fracaso de las parejas en «unión libre». Sus propios feligreses le han confiado su arrepentimiento por los graves efectos del uso de anticonceptivos y las consecuencias de soledad y sufrimiento ante la ruptura de las familias, producto de una vida alejada de la fe y la moral. El Cardenal destaca la conclusión de quienes tambien pensaban que la Iglesia debía «actualizarse» y cambiar: «La Iglesia tenía la razón después de todo».
La conclusión del Cardenal Dolan es que la Iglesia no está fuera de la realidad, sino en el centro de la misma. Sus ideas son realmente avanzadas, «porque tiene sus ojos puestos en la eternidad». La Iglesia es «una madre experimentada, sabia y amorosa, fundada por Aquel que se proclamó el Camino la Verdad y la Vida», recordó el prelado. Por esto, la Iglesia no tiene que cambiar su sabiduría: «Olviden el «adaptarse a los tiempos» en materias de fe y moral. En vez de esto, ¡adáptense a lo eterno!», concluyó.
Deje su Comentario