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Roma (Lunes, 17-09-2012, Gaudium Press) En una solemne Eucaristía presidida en Roma por Mons. Mario Toso, Secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz, y concelebrada por cerca de 30 sacerdotes, la Iglesia conmemoró el pasado 14 de septiembre el décimo aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios Cardenal Francisco Javier Nguyen Van Thuan. El prelado vietnamita se destacó por su testimonio de fe y de perdón tras haber padecido la persecución religiosa del régimen comunista, que lo condenó a trece años de prisión por su fe.
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| El Siervo de Dios Nguyen Van Thuan enseña la cruz pectoral que elaboró en la cárcel. |
El Siervo de Dios, quien fue creado cardenal por el Beato Juan Pablo II y Presidente del Consejo Pontificio Justicia Y Paz, fue puesto como ejemplo por Mons. Toso, durante su homilía, que coincidió con la Solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz. Esta fiesta «nos permite recordar al Cardenal Van Thuan como testimonio heroico del amor de Jesucristo, un amor total y fiel que lo llevó a sufrir el castigo reservado a los esclavos».
«La cruz es el lugar donde Jesús Cristo mostró la anchura, la longitud, la altura y la profundidad de su amor al Padre y a los hombres», afirmó el prelado. «El Siervo de Dios Van Thuan, durante los años de duro encarcelamiento, obtuvo su fuerza del amor de Cristo crucificado».
La Cruz, según Mons. Toso, es tema constante e inseparable de la experiencia de fe del Siervo de Dios en su cautiverio: «Está inmerso en ella, celebrando la Eucaristía en la máxima esencialidad, movido por una fe ardiente. Quería describir ese amor sufriente construyendo, pieza a pieza, la cruz pectoral que, una vez puesto en libertad, llevaba alrededor de su cuello, mostrándola a todos, especialmente a sus compañeros refugiados o migrantes como un signo de esperanza».
Es precisamente el tema de la esperanza el que el propio Cardenal Van Thuan expuso en los ejercicios espirituales impartidos al Beato Juan Pablo II y la Curia Romana en el año 2000. Para Mons. Toso, el testimonio del Siervo de Dios es un claro ejemplo para el mundo actual, que debe poner sus ojos en la Cruz de Cristo para ser curado de sus males.
Además de la celebración llevada a cabo en la Basílica de Santa María della Scala, sede titular del Cardenal Van Thuan en Roma, se programaron unas 40 Eucaristías alrededor del mundo durante las dos semanas del aniversario. Adicionalmente, la Iglesia en Vietnam prepara una Eucaristía solemne en la Catedral de Hanoi para el próximo martes 18 de septiembre y numerosas actividades en las diócesis del país.
Con información de Zenit, Fundación Nguyen Van Thuan y Pontificio Consejo Justicia y Paz.
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