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Madrid (Lunes, 17-09-2012, Gaudium Press) Dentro de poco tiempo la Iglesia en España contará con otra beata; el próximo 18 de septiembre en la Capilla del Monasterio de las Madres Concepcionistas ocurrirá el acto de clausura del proceso diocesano de la Causa de Beatificación y Canonización de la Madre Ana María Alberdi Echezarreta, quien fuese Madre Abadesa del Monasterio concepcionista.
El acto, que concluirá oficialmente el proceso diocesano camino a los altares de la Madre Alberdi, será presidido a las 19:00 horas por el Cardenal Antonio María Rouco Varela, evento en el que participarán las religiosas concepcionistas franciscanas.
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| La Madre Ana María Alberdi es originaria de Azcoitia, Diócesis de San Sebastián en España |
El proceso diocesano de Beatificación y Canonización de la religiosa española inició oficialmente a principios de 2010 en un acto que presidió también en Arzobispo de Madrid en el Monasterio de las Madres Concepcionistas. En la ocasión se constituyó el Tribunal que adelanta la causa y que está compuesto por el Delegado Episcopal, el padre José Bossón; el promotor de justicia, padre Feliciano Espigo; la Notaria Actuaria, Nieves Salazar y la Notaria Adjunta, Teresa Rodríguez.
Madre Ana María Alberdi
La Madre Ana María Alberdi es originaria de Azcoitia, Diócesis de San Sebastián en España. Nació el 3 de mayo de 1912, mismo día en que fue bautizada con el nombre de María de la Concepción Cruz.
Su formación religiosa la inició con las Mercedarias Misioneras de Berriz, tiempo después con las religiosas de María y finalmente con las Concepcionistas Franciscanas, lugar donde quiso servir al Señor en una vida de especial consagración. Sus primeros votos religiosos los profesó el 6 de abril de 1933, y la Profesión Solemne el 4 de mayo de 1936.
En 1947 es nombrada Maestra de Novicias y en noviembre de 1953, Abadesa, siendo reelegida en los años posteriores, hasta 1990. Falleció el 27 de noviembre de 1998 tras una difícil enfermedad.
Sobre ella dijo el Cardenal Rouco al abrirse oficialmente el proceso diocesano de Beatificación: «la Iglesia se alegra siempre cuando comprueba que entre los fieles de la misma surge la fama de santidad respecto a uno de sus hijos o de sus hijas. Y se alegra porque, de este modo, se comprueba que la santidad de la Iglesia no es sólo una especie de utopía o una realidad a la que no llega nadie».
Con información de la Agencia SIC, Infomadrid y EWTN Noticias.
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