Praga (Miércoles, 19-09-2012, Gaudium Press) Siguiendo el nuevo lineamiento misionero de la Iglesia de Corea del Sur, el Padre Keye Nam fue enviado a República Checa, donde su misión irá más allá de la capellanía de la comunidad católica de inmigrantes coreanos. Su misión es «ser puente y punto de encuentro» entre las dos culturas, al tiempo que se integra en la Arquidiócesis de Praga.
Templo de St Vojtech, donde se congrega la comunidad surcoreana en Praga. |
«Desde la perspectiva eclesiástica, celebro Eucaristías en toda la Arquidiócesis de Praga. Con respecto a la comunidad coreana, estamos basados en San Vojtech, en el sexto distrito de la capital», explicó el presbítero a Asia News. En este lugar, más de un centenar de coreanos católicos practicantes se congrega con una asistencia a la Eucaristía de dos veces por semana.
El P. Keye Nam llegó a Praga gracias a un acuerdo entre su diócesis, ubicada a unos 50 kilómetros de Seúl, y la Arquidiócesis de Praga. Se espera que el sacerdote misionero permanezca en el país europeo durante cuatro años.
En una perspectiva humana, el P. Nam también ayuda a los inmigrantes coreanos en su adaptación a la vida en República Checa, además de contribuir al diálogo cultural. «Hay muchos coreanos que llegan a trabajar», comentó. «Se quedan aquí con sus familias».
La Iglesia Católica en Corea del Sur es una de las más dinámicas del continente. Según informó Asia News, la Conferencia de Obispos ha firmado en los últimos cinco años numerosos acuerdos de intercambio con diócesis de otros países, como una forma de promoción de la unidad de la Iglesia alrededor del mundo.
Con información de Asia News
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