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Castel Gandolfo (Viernes, 21-09-201, Gaudium Press) En la mañana de ayer, cerca de 120 participantes del Encuentro para los prelados recientemente nombrados –promovido por la Congregación para los Obispos– fueron recibidos por el Papa Benedicto XVI, en Castel Gandolfo.
El Papa les dijo que el Encuentro, este año, asume una relevancia especial, porque se realiza en la vigilia del Año de la Fe, de los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II y de la 30ª Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre el tema de la Nueva Evangelización.
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«No se puede estar al servicio de los hombres sin antes |
Para el Santo Padre, la preocupación prioritaria de los Obispos debe ser promover y apoyar un empeño eclesial más convencido a favor de la nueva evangelización. La evangelización no es obra de algunos especialistas, recordó el Papa, sino de todo el pueblo de Dios, bajo la guía de los Pastores. Todo fiel, en la y con la comunidad eclesial, debe sentirse responsable por el anuncio y el testimonio del Evangelio.
Para Benedicto XVI, la nueva evangelización inició justamente con el Concilio.
«Yo os aliento a trabajar para que todos sean presenten los contenidos esenciales de la fe, para responder inclusive a los interrogantes que nuestro mundo tecnológico y globalizado nos pone. ¡La realidad en que vivimos exige que el cristiano tenga una sólida formación!», dijo el Papa.
El Obispo debe ofrecer el ejemplo de una vida vivida en el abandono confiado en Dios: «No se puede estar al servicio de los hombres sin antes ser siervos de Dios». La fe requiere testigos creíbles, recordó el Pontífice.
Benedicto XVI pidió que los Obispos estén próximos a los sacerdotes, «los primeros y preciosos colaboradores en llevar a Dios a los hombres y los hombres a Dios». Que, del mismo modo, deben estar atentos a los pobres y los que sufren, particularmente próximos a las familias. Y una atención especial a los seminaristas, para que reciban una formación humana, espiritual, teológica y pastoral adecuada.
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