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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 26-09-2012, Gaudium Press) El Vaticano finalizó en la última semana el proceso de beatificación del Padre Luis Brisson, francés, fundador de la Congregación de los Oblatos de San Francisco. La ceremonia de beatificación fue realizada por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, por encargo del Papa Benedicto XVI.
El ahora Beato, Padre Brisson, intercedió en el milagro de la cura de un niño de ocho años. El niño ecuatoriano fue víctima de un accidente con un tractor produjo serio daños a su pie.
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| El Beato padre Brisson siempre deseó que su congregación tuviese un fuerte espíritu misionero |
Los médicos diagnosticaron que el niño ya no volvería a caminar más; sin embargo, después de rezar una novena pidiendo la intercesión del padre francés, el joven fue curado sin fisioterapia y sin usar ningún instrumento ortopédico. Actualmente el joven trabaja en una aeronáutica y vive bien.
La beatificación representa la penúltima instancia para una futura canonización, que tuvo su proceso iniciado en 1938, en Troyes (Francia), y fue presentada en Roma en el año 1964.
El decreto sobre la validación del proceso fue publicado el 6 de octubre de 1995, cuando él fue proclamado Siervo de Dios. Cuatro años más tarde, el fundador de los Oblatos recibió el título de Venerable por la práctica heroica de las virtudes.
Beato Brisson
Nacido en 1817 en la ciudad francesa Plancy, el Beato se ordenó sacerdote a los 23 años y a los 63 fundó la Congregación de los Oblatos de San Francisco, en el año 1873. La misión primordial de su congregación fue, desde el inicio, anunciar el Evangelio según los moldes de San Francisco de Sales, un santo que también vivió en Francia entre los años de 1567-1622 y fundó, junto con Santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación de Santa María, una comunidad contemplativa femenina.
Según explican los Oblatos en su site en internet, el padre Brisson deseó que su congregación tuviese un fuerte espíritu misionero, de tal forma que, con pocos años de fundada, ella ya se había extendido por gran parte de Europa y otros continentes. En 1882 los Oblatos llegaron al Brasil y a Sudáfrica, en 1887 a Ecuador y en 1896 a Uruguay.
Con informaciones de ACI.
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