El Santo Padre insta a los políticos a obedecer la palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 26-09-2012, Gaudium Press) Su Santidad Benedicto XVI recordó la importancia del compromiso cristiano en el ámbito político, durante una audiencia concedida el pasado sábado 22 de septiembre a los participantes de un encuentro de la Internacional Demócrata Cristiana.

El Santo Padre recordó a los políticos el deber esencial de buscar el bien común, inspirados en la fe y la guía de la Iglesia.

Sobre la participación de los católicos en la vida pública, el Santo Padre reafirmó el constante llamado a dar testimonio en todos los campos de la vida: «El compromiso de los cristianos en la sociedad no debe experimentar ni flexiones ni retiradas, sino que, al contrario, debe proseguir con vitalidad renovada, teniendo en cuenta la persistencia y, por algunos motivos, el agravarse de problemáticas que tenemos ante nosotros».

Esta valiente respuesta de los fieles ante los retos de la realidad actual debe sustentarse en una experiencia espiritual que permita el adecuado discernimiento en búsqueda del bien común. El orden verdadero, basado en la dignidad humana «se funda en la verdad, se edifica en la justicia y se vivifica en el amor», manifestó el Papa. Su identificación no es posible «sin una atención constante a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia».

«Los ámbitos en que se ejerce este discernimiento decisivo son los concernientes a los intereses más vitales y delicados de la persona», advirtió el Santo Padre, «donde se toman las decisiones fundamentales inherentes al sentido de la vida y la búsqueda de la felicidad».

Por este motivo, Benedicto XVI pidió proteger especialmente el derecho a la vida en todas sus fases y la institución del matrimonio. «La familia, célula originaria de la sociedad, es la raíz que alimenta no sólo al individuo, sino también a las mismas bases de la comunidad social», explicó. «Un auténtico progreso de la sociedad humana no podrá, por tanto, prescindir de políticas de tutela y promoción del matrimonio y de la comunidad que se deriva».

Benedicto XVI advirtió, además, que la promoción de la familia es la clave para erradicar la fuerte tendencia actual hacia el individualismo que produce sufrimientos a las personas y las comunidades. Los políticos, por su papel de representación de la sociedad, está especialmente obligados a defender y promover la dignidad humana. «Estos, en especial si están animados por la fe cristiana tienen que ser capaces de transmitir a las generaciones del mañana, razones de vida y de esperanza», concluyó el Santo Padre.

Con información de Vatican Information Service.