Nueva York (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) El Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, destacó en un artículo personal las numerosas tradiciones católicas de penitencia y conversión, con ocasión de la fiesta religiosa judía del Yom Kippur. El prelado envió un saludo a los judíos que dedican ese día a la reflexión y recordó a los católicos que el mensaje de conversión, contenido tanto en la tradición judaica del Antiguo Testamento como en los Evangelios, exige un proceso constante y cotidiano: «Significa dar la espalda al pecado y dirigirse a la Persona, mensaje, salvación y llamado al discipulado de Jesucristo», explicó.
El Cardenal Timothy Dolan recordó el constante compromiso de conversión cristiana, expresado en numerosas tradiciones católicas. |
«¡Nosotros los católicos estamos acostumbrados a poner atención constante a este arrepentimiento!», celebró el Arzobispo. A continuación hizo una lista de prácticas de arraigada tradición con las cuales los fieles se educan en el examen de su vida y reafirman el propósito de seguir a Dios.
«Recuerden conmigo», invitó el prelado. «Un examen de conciencia y un acto de contrición antes de dormir cada noche… la confesión frecuente… la abstinencia de carne de los viernes como penitencia por nuestros pecados en unión a la muerte del Señor en ese viernes que llamamos Santo».
El Cardenal Dolan también recordó las témporas, días de ayuno en cada estación del año con su consecuente invitación al sacramento de la Confesión y los ayunos que muchos católicos hacen en la víspera de las solemnidades. También recordó, como especial conciencia del deber de conversión, el cuidado de nunca recibir la Eucaristía en situación de pecado grave.
La lista del Arzobispo no se agotó aún: «La Eucaristía del primer sábado y el Rosario en respuesta al llamado de Nuestra Señora de Fátima a la conversión de corazón… El ayuno de tres horas antes de la Santa Comunión… y por supuesto la Cuaresma, que pretende ser un «Yom Kippur» de cuarenta días».
Tras recorrer esta lista de tradiciones, el prelado lamentó que algunas de estas ya no sean practicadas por muchos. Aunque algunos signos externos cambiaran, afirmó el Cardenal, «lo que no puede cambiar es el llamado al arrepentimiento y la conversión del corazón (…). ¿Lo hemos olvidado los católicos?»
Deje su Comentario