Cebú (Sábado, 29-09-2012, Gaudium Press) El próximo 21 de octubre el Beato Pedro Calungsod será canonizado en Roma, lo que ha constituido un acontecimiento nacional en Filipinas, su tierra natal. Mientras miles de peregrinos se preparan para viajar al Vaticano, cerca de un millón de fieles se congregará en la ciudad de Cebú en una celebración de acción de gracias el mes de noviembre. En medio del ambiente festivo de preparación, el Cardenal Ricardo Vidal comentó pormenores y anécdotas del proceso de canonización que está a punto de terminar.
Modelo del templete que se construirá para la explanada en la cual se celebrará la Misa de Acción de Gracias por la canonización en Filipinas. |
Durante un simposio realizado el pasado 28 de septiembre, el Cardenal expresó que, de no ser por la intervención de Dios, los filipinos aún estaría esperando la beatificación del joven mártir. «Habían libros desde el suelo hasta el techo», comentó el prelado recordando los más de tres mil candidatos que esperaban la revisión y aprobación de la Congregación para las Causas de los Santos en 1994.
El Cardenal Vidal ya había radicado para entonces un texto del P. Juan Ledesma sobre Pedro Calungsod, para entonces un mártir desconocido. Sin embargo, la extraordinaria investigación del P. Ledesma, que lo condujo a México, Guam y Manila, no era suficiente para dar impulso a su selección.
Entonces, sucedió la primera de las grandes acciones de la providencia, en palabras del Cardenal Vidal. El Beato Juan Pablo II escribió a todos los Obispos solicitándoles los nombres de candidatos para beatificación, y el Cardenal Vidal pudo presentarle personalmente a su candidato. Cuando Su Santidad leyó su nombre, preguntó sin esconder su curiosidad: «¿un filipino?». De este encuentro resultó la recomendación papal para dar prioridad a su estudio lo cual se tradujo en su beatificación en 2000.
La segunda sorpresa que se llevó el Cardenal Vidal fue que el Beato Pedro Calungsod pudiera ser canonizado primero en medio de beatos con tanta fama de santidad como la Beata Madre Teresa de Calcuta o el propio Beato Juan Pablo II. «De seguro los nombres más grandes tendrán prioridad», pensó el Cardenal.
Entonces el prelado recordó que alguien le dijo con sencillez: «No, no, usted tiene poca fe». Una vez el Papa Benedicto XVI declaró el Año de la Fe 2012 – 2013, la figura de Pedro Calungsod apareció como un modelo joven de compromiso total en la transmisión de la fe. Era precisamente el ejemplo que la Iglesia deseaba mostrar en el Año de la Fe. Nuevamente, por una providencia especial de Dios, el proceso continuó con un nuevo ímpetu y el joven filipino, próximo santo, será venerado por la gloria que obtuvo en su martirio.
Con información CBCP News.
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