Madrid (Lunes, 01-10-2012, Gaudium Press) Ayer, en la explanada de la Catedral de Santa María de la Almudena, el Cardenal D. Antonio María Rouco Varela celebró la Misa de inicio y lanzamiento de la Misión Madrid. Concelebraron con él los Obispos auxiliares Mons. Fidel Herráez, Mons. César Franco y Mons. Juan Antonio Martínez Camino y el Nuncio español en Kazajstán, Mons. Miguel Maury Buendía, así como los Vicarios episcopales y un gran número de sacerdotes del presbiterio de Madrid.
Según el Card. Rouco la Misión Madrid es una acción de la Arquidiócesis para responder al llamado de Jesús |
En la celebración participaron, además de centenas de fieles, los peregrinos que retornaban del Santuario de Fátima en Portugal a donde habían viajado junto con sus Pastores, para pedir el auxilio de la Virgen y la búsqueda de la conversión personal de cada uno para la Misión Madrid.
En su Homilía el Cardenal señaló que con esa celebración se iniciaba la Misión Madrid que es «una acción extraordinaria desde el punto de vista pastoral y apostólico que la Archidiócesis de Madrid quiere poner en marcha para responder a la llamada del Señor, que hemos escuchado clara y explícitamente formulada a través de la voz del Papa que invita a la Iglesia a vivir un Año de la Fe, y vivirlo como una oferta de Evangelización, de nueva Evangelización».
Recordó Don Antonio María Rouco Varela la reciente peregrinación al Santuario de Fátima en Portugal: «Con toda la riqueza espiritual que se desprende de aquél lugar ya histórico para la Iglesia» que ha sido como un «preludio espiritual, preludio pastoral, preludio fraterno de la Celebración de hoy con que se inicia la Misión Madrid». «Fuimos a Fátima con el deseo de hacer una peregrinación y con deseo de conversión».
Un cristiano debe ser testigo de la esperanza de Cristo
«La Iglesia es misionera por esencia, por naturaleza, por finalidad y un cristiano es también misionero por esencia, por naturaleza y por finalidad. Y deben ser siempre testigos de la verdad de Cristo, testigos de la esperanza de Cristo, testigos del amor de Cristo». Para el Purpurado «el tiempo urge, los tiempos urgen» y «urge a todo el mundo, a toda la Humanidad y a todos y a cada uno nosotros».
Señaló el Cardenal que en este tiempo se da «la pérdida de la Fe en los países de gran tradición cristiana, también en España, también en Madrid». Hay que «proponer a Cristo con la palabra, con las ideas, con el pensamiento, con la cultura, con el arte y con el Logos de Dios sobre todo», «tenemos que comunicar la verdad sin miedo» dijo el Cardenal Rouco Varela «porque urge evangelizar con la palabra y con los hechos».
Recordando la frase del pensador Romano Guardini el Cardenal Arzobispo de Madrid expresó que «sería muy bueno que también la Iglesia empezase a despertar con fuerza de santidad y de fuerza apostólica en las almas y en el corazón de los que formamos parte de la Archidiócesis de Madrid, de los Pastores y de los Fieles. Y así con esta palabra: en santidad. En santidad y por tanto después en justicia, y por tanto después en entrega apostólica».
«Invocando a María y poniéndonos bajo su protección y recordando también los Beatos pastorcitos Francisco y Jacinta le pedimos al Señor que nos dé fuerza, que su Espíritu nos colme de sus dones y de su gracia y que nos haga testigos suyos, porque traerá mucha gracia, mucha vida, mucha consolación, mucho consuelo, mucha esperanza para Madrid y para todos sus hijos e hijas» concluyó el Cardenal.
El Obispo auxiliar Mons. César Franco dio lectura a la carta del Cardenal Secretario de Estado Cardenal Tarcisio Bertone en la cual trasnsmitía los sentimientos del Papa Benedicto XVI sobre la Misión Madrid y concedía la implorada Bendición Apostólica.
Al final de la Eucaristía fueron «enviados» a la Misión varios representantes de familias, movimientos, asociaciones, religiosas y presbíteros quienes portaban una antorcha como símbolo del inicio de la Misión Madrid a la que todos fuimos convocados. Madrid está pues en estado de misión.
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