Maringá (Jueves, 04-10-2012, Gaudium Press) Toda y cualquier organización social, política, religiosa o un individuo, solo existe si sabe para donde va. Es con esta afirmación que Mons. Anuar Battisti, arzobispo de Maringá, en el Estado de Paraná, Brasil, inicia su más reciente artículo titulado «¿Para dónde vas?». Para el prelado, con este conocimiento surge la necesidad de un proyecto de vida o de un planeamiento en el cual están bien expresados, objetivos, metas y medios para alcanzarlo. En todo y en todos los sentidos de la vida personal y comunitaria es imprescindible tener proyectos claros.
Mons. Anuar Battisti |
De acuerdo con el arzobispo, delante de la diversidad cultural y de una realidad multifacética, las necesidades y exigencias son muchas y se transforman muy rápidamente en el caminar de la historia. «Por eso para construir un planeamiento, un plan de acción o un proyecto de vida, es preciso estar sintonizado con las señales de los tiempos. Vivimos hoy, más que en otros tiempos, cambios radicales en todos los sentidos de la vida», agrega.
Mons. Anuar también destaca que la actitud fundamental para que un planeamiento atienda las necesidades de la colectividad y las exigencias de los tiempos actuales es la promoción de la participación de todos, pues nadie acepta imposiciones y determinaciones, es necesario que todas las decisiones pasen previamente por el escrutinio de la discusión, la reflexión, el intercambio de opiniones. Según el prelado, el éxito de todo y cualquier planeamiento o plan de acción está en la convocación conjunta, porque la dimensión participativa lleva al compromiso en la acción y al verdadero protagonismo en la misión.
Reflexionando sobre la importancia del planeamiento, el arzobispo cita el 22º Plan de la Acción Evangelizadora de la Arquidiócesis de Maringá, que ahora en 2012 cumple cuatro años de ejecución, y mereció una mirada evaluadora desde las pequeñas comunidades con sus liderazgos, hasta culminar en la Asamblea General realizada en este mes para aprobar la continuidad o no de las prioridades y los proyectos de acción.
«Fue un largo camino de reflexiones acaloradas para aprobar por cuatro años más las siguientes prioridades: (…), pequeñas comunidades, familia, juventud y acción social. Entendemos que el 23º plan de nuestra arquidiócesis no podía huir de estas elecciones fundamentales, que iluminadas por las Directrices Generales de la Acción Evangelizadora de la Iglesia en Brasil pudiesen continuar iluminando la misión que Jesús nos dejó: Id y Evangelizad», resalta el prelado.
Evangelizar a partir de Jesucristo
Para concluir, Mons. Anuar llama a todos para que, con la mirada hacia el gran objetivo de evangelizar a partir de Jesucristo y en la fuerza del Espíritu Santo, como Iglesia discípula, misionera y profética, alimentada por la Palabra de Dios y por la Eucaristía, a la luz de la evangélica opción preferencial por los pobres, para que todos tengan vida, rumbo al Reino definitivo, podamos protagonizar un tiempo nuevo delante de las nuevas necesidades.
«La misión es de todos, principalmente quien formó parte de este camino de desafíos, de testimonios vivos para un mundo que gime de hambre de Dios y de hombres y mujeres de Dios. ¿Para dónde vais, delante de tantas exigencias, de tantas necesidades, de tanta búsqueda de verdadero sentido para vivir? Son tiempos nuevos exigiendo criaturas nuevas. Somos protagonistas de un proyecto de vida y de un nuevo modo de vivir y convivir», finaliza.
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