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Santiago (Lunes, 08-10-2012, Gaudium Press) Con numerosas muestras de cariño y amor, más de 50 parejas de distintas edades se congregaron en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Santiago, para renovar sus votos matrimoniales. Frente a toda la comunidad, los matrimonios recordaron el momento en que se prometieron fidelidad y compañía para toda la vida, caminaron nuevamente por la alfombra roja y recibieron el aplauso de los asistentes, en lo que fue la última actividad de la Semana de la Familia 2012.
La Eucaristía, que coincidió con la fiesta patronal de la parroquia, fue presidida por el Vicario para la Familia, padre Marek Burzawa, msf, y concelebrada por el sacerdote Pedro Pablo Garín. «La familia es lo más importante para la sociedad, es donde se transmiten los valores, se aprende a amar y respetar, se crece física y espiritualmente», indicó el Vicario en su homilía.
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| Más de 50 matrimonios dieron gracias a Dios por el hermoso sacramento que han recibido |
Y agregó: «Esta renovación de los votos matrimoniales es una alegría y gozo y a la vez queremos mostrar sobre todo a los más jóvenes que sí se puede, que es posible, mostrándoles la belleza de la vida matrimonial y la vida familiar».
Al finalizar la misa, los matrimonios se dirigieron al salón parroquial donde realizaron un brindis y también rememoraron el vals de los novios, acompañados por la comunidad.
«Cuando llega el amor hay que jugársela»
En diálogo con comunicadores del arzobispado, Ignacio y Constanza, una de las parejas que participaron de esta actividad, quisieron compartir su testimonio: «cumplimos 5 años de matrimonio y estamos felices por este sacramento que Dios nos ha regalado. Estamos esperando nuestro segundo hijo, ya tenemos una maravilla de 3 y hemos creado una familia cuya base siempre ha sido Dios», comentaron.
«No ha sido fácil, 5 años uno piensa que es fácil comparado con 50, pero nuestra fortaleza es Dios, nuestra roca y siempre acompañados por nuestra Virgen y nuestra comunidad parroquial. Estamos muy felices por esto, es una bendición la que se nos regala hoy día, porque nos seguimos amando y nos seguimos renovando infinitamente. Invitamos a los jóvenes que se atrevan, porque cuando llega el amor hay que jugársela», destacó Ignacio.
Por su parte, Ena y Roberto, que en la ocasión cumplieron 50 años de matrimonio expresaron: «Nos casamos el 6 de octubre de 1962, y nos casó el padre Carlos Oviedo Cavada, que después llegó a ser Arzobispo de Santiago. Uno nunca piensa que va a llegar a esta altura de la vida y juntos, pero con altos y bajos estamos aquí, felices de llegar a esta etapa y renovar nuestras promesas. Tenemos dos hijas y 8 nietos, una gran familia».
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