Ciudad del Vaticano (Martes, 09-10-2012, Gaudium Press) La Misa de inauguración del Año de la Fe, en coincidencia con el 50° Aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, tendrá muchas referencias al histórico día del 11 de octubre de 1962, principalmente para recordar que fue un evento que «quería hablar de Dios al hombre de hoy», según resaltó Mons. Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y coordinador de la celebración del Año de la Fe en el «briefing» de presentación.
Un momento particular de la apertura será la entrega de los Mensajes del Santo Padre al Pueblo de Dios en siete categorías. Entre las mujeres que participarán estará Valentina Alazraki, periodista vaticanista de México, ya presidente de la Asociación de la Prensa extranjera en Italia; entre los trabajadores, Luis Alberto Urzúa Iribarren, uno de los 32 mineros que quedaron presos en la mina de San José en Chile, a cerca de 700 metros de profundidad por más de 2 meses.
La Misa inaugural por el Año de la Fe contará con la presencia de 14 Padres Conciliares |
La Santa Misa hará memoria de la apertura del Concilio Vaticano II, razón por la cual «se repetirá la larga procesión que en el imaginario colectivo remite al día 12 de octubre de 1962. Ella será formada por todos los obispos que tomarán parte en la solemne concelebración presidida por el Santo Padre», comentó Mons. Fisichella.
En la preparación «serán leídos algunos trechos de las 4 constituciones conciliares que señalaron los trabajos del concilio y la renovación en la vida de la Iglesia». Además, durante la Misa se utilizará el mismo estante y la misma Sagrada Escritura de los trabajos conciliares.
Como se divulgó anteriormente, fueron invitados todos los 70 padres conciliares que todavía están vivos, y de los cuales 14 de ellos, pese a su edad, estarán presentes.
Se trata de: Los Cardenales Francis Arinze, Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino; Serafim Fernandes de Araújo, Arzobispo Emérito de Belo Horizonte – Brasil; y Giovanni Canestri, Arzobispo Emérito de Génova – Italia; además de los prelados Mons. José Mauro Ramalho de Alarcón Santiago, Obispo Emérito de Iguatú – Brasil; Mons. Yves-Georges-René Ramousse, M.E.P., Vicario Apostólico Emérito de Phnom-Penh – Camboya; Mons. Georges-Hilaire Dupont, O.M.I, Obispo Emérito de Pala – Ciad; Mons. Felice Leonardo, Obispo Emérito italiano; ;Mons. Luigi Bettazzi, Obispo Emérito de Ivrea – Italia; Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramirez, Arzobispo Emérito de San Luis Potosí – México; Mons. Hilarion Capucci, Arzobispo de Cesarea de Palestina; Mons. Robert Casimir Tonyui Messan Dosseh-Anyron; Obispo Emérito de Lomé – Togo; Mons. William John McNaughton, Obispo Emérito de Incheon – Corea; Mons. Roberto Cáceres, Obispo Emérito de Melo – Uruguay; y Mons. Colin Cameron Davies, Obispo Emérito de Ngong – Kenya.
El más joven tiene casi 80 años, el más viejo 102 años. Para el día siguiente serán invitados a una audiencia privada y almuerzo con el Santo Padre.
En recordación del gesto de Pablo VI, igualmente se entregarán los mensajes a los gobernantes, hombres de ciencia y de pensamiento, los artistas, las mujeres, los trabajadores, los pobres, enfermos y necesitados. Además, a los catequistas, el Papa Benedicto entregará la copia del Catecismo en una edición especial publicada para el Año de la Fe.
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