Ciudad del Vaticano (Martes, 09-10-2012, Gaudium Press) El primer día del Sínodo sobre la Nueva Evangelización terminó pocos minutos antes de las 19:00 horas. Después de la «relatio» del Cardenal Wuerl, pronunciada en latín por la mañana, en las primeras intervenciones de la segunda sesión fueron leídos informes sobre los continentes.
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Mons. Carlos Aguiar Retes, se concentró en la comunión eclesial, en el diálogo con el mundo y con las religiones, en el eje teológico pastoral de la nueva evangelización y en los agentes de la pastoral. Mientras Mons. Salvador Piñeiro García Calderón, arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, habló sobre el redescubrimiento de la celebración dominical de la Eucaristía y sobre la importancia de la religiosidad popular. En palabras fuertes sobre la situación de la fe en Europa, por su parte, habló el Cardenal húngaro, Péter Erd?, arzobispo de Esztergom-Budapest y Presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE).
Durante la segunda sesión del Sínodo sobre Nueva Evangelización fueron leídos informes sobre los continentes / Foto: Radio Vaticano |
Mons. Retes, en su larga intervención, hizo votos de una «conversión pastoral» para una renovación espiritual e institucional de la Iglesia. «La renovación pastoral en América, iniciada como respuesta al Concilio Vaticano II, ha dinamizado la vida interna de la Iglesia, se han multiplicado los agentes de pastoral, se ha intensificado la formación en la fe, ha crecido la participación y la comunión eucarística de los fieles en la misa dominical, son muchos y variados los aspectos positivos de la renovación pastoral de la; sin embargo, dicho crecimiento no ha sido proporcional al crecimiento demográfico de nuestros pueblos, por ello se constata enormes sectores de católicos distantes y tibios en su identidad católica, pero ciertamente creyentes», señaló citando el Documento de Aparecida.
Por su parte el Arzobispo peruano observó: «Una debida preparación de la liturgia y de los signos celebrativos es la mejor catequesis para nuestros fieles, por ello la proclamación bíblica, los cantos, nos deben llevar a una participación consciente, activa y fructuosa que nos llena del espíritu para la misión. El altar es la cumbre y la fuente del trabajo eclesial. Hay que intensificar en la acción pastoral de nuestras Diócesis y parroquias los equipos litúrgicos que reflexionen, preparen y animen este lugar privilegiado de evangelización.»
El prelado peruano, continuó: «Al lado de las celebraciones está la religiosidad popular, tan marcada en nuestros pueblos latinoamericanos, donde muchos fieles manifiestan sus ilusiones y quieren hacer un homenaje a Jesucristo, la Virgen María y los santos.»
El Cardenal Erd?, de otro lado, acentuó «las señales de preocupación» del cristianismo de hoy: la pérdida de la memoria de la herencia cristiana que causa los cambios antropológicos en consecuencia de una cultura audiovisual; «la descristianización acompañada por repetidos ataques jurídicos» y la cristianofobia.
«Es preciso constatar, infelizmente, que el estado de derecho debilitó en los últimos años en diversos países. Principalmente la crisis financiera obligó a los políticos a tomar medidas drásticas contrarias a la voluntad de sus electores. Las personas tienen muchas veces la impresión que la democracia tradicional esté perdiendo su significado», añadió el purpurado húngaro.
En otro momento, durante las intervenciones libres, uno de los Padres sinodales se refirió a la dificultad de evangelizar en los países de Oriente Medio, porque allí, «hacer evangelización significa proselitismo».
Se habló también sobre la crisis del alma, que es mucho más fuerte que aquella financiera.
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