Roma (Jueves, 11-10-2012, Gaudium Press) En su intervención en el Sínodo de los Obispos, el Cardenal estadounidense Timothy Dolan propuso centrar la atención en la conversión personal para poder irradiar la fe. «Por esto, creo que el sacramento principal para la Nueva Evangelización es el sacramento de la Penitencia», expuso el prelado.
El Sínodo de los Obispos trata el tema La Nueva Evangelización y la Transmisión de la Fe. |
El Card. Dolan destacó cómo este sacramento «evangeliza a los evangelizadores, al pornernos en contacto sacramentalmente con Jesús, quien nos llama a la conversión de corazón y nos inspira a responder su llamada al arrepentimiento». En ese camino, el sacramento se hace condición indispensable, porque «nadie da de lo que no tiene».
El prelado lamentó que, pese a que la Iglesia recibió el llamado a renovar el sacramento de la penitencia en el Concilio Vaticano II, «en muchos lugares, lo que sucedió fue una desaparición del sacramento». Entonces, describió el Card. Dolan, «llamamos a renovar las estructuras, sistemas, instituciones y la gente fuera de nosotros mismos».
Si bien esos cambios son buenos, hace falta llegar al verdadero núcleo del problema, explicó el prelado, citando una frase célebre de Chesterton: «La respuesta a la pregunta ¿qué está mal en el mundo? son dos palabras: soy yo». Para el prelado, este debería ser el centro de la renovación de la Iglesia.
«¡Soy yo! Admitirlo nos lleva a la conversión de corazón y el arrepentimiento, el núcleo de la invitación del evangelio», concluyó el Cardenal. «Eso es lo que sucede en el sacramento de la Penitencia. Este es el sacramento de la Nueva Evangelización».
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