Bogotá (Viernes, 12-10-2012, Gaudium Press) «Todo el Año de la Fe está dirigido para que nosotros, a la luz del la enseñanza del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica, nos arriesguemos a vivir la experiencia del encuentro personal con Jesucristo, a permitirle a Él que venga a nuestro corazón y habite en nosotros y nos vivifique y transforme con su presencia salvadora», es lo que expresó Mons. Rubén Salazar Gómez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), y Arzobispo de Bogotá, durante la Eucaristía solemne que presidió el pasado martes 9 en la sede del Episcopado Colombiano, con ocasión del inicio del Año de la Fe.
«Por la fe nosotros podemos escuchar la Palabra de Dios», recordó Mons. Rubén Salazar Gómez / Foto: CEC |
Durante la homilía, el prelado colombiano reflexionó sobre este tiempo de gracia que inició justamente el pasado 11 de octubre realizando una pregunta: «¿Por qué el Santo Padre ha querido un Año de la Fe?», a la cual respondió: «Él lo explica en la Carta Apostólica «Porta Fidei» (…) La fe es una puerta, es un acontecimiento fundamental en la vida de cada una de las personas».
Sobre lo cual prosiguió: «por la fe, nosotros descubrimos aquello que es necesario (…), porque en la fe nosotros descubrimos cómo Dios es la fuente absoluta de todo lo que somos, de todo lo que tenemos, de todo lo que podemos».
Mons. Salazar Gómez también resaltó que es por la fe como las personas se unen a Dios y, por lo tanto, «al unirnos a Dios, participamos de la belleza, de la bondad, de la verdad; de todo aquello que ennoblece al ser humano, que da plenitud al ser humano».
Igualmente, se refirió al tema de la felicidad: «La realidad profunda es que si el Señor nos ha creado es para que, de verdad, nosotros podamos ser felices, para que nosotros podamos llegar a la plena realización de todo aquello que está en lo más profundo de nuestro corazón. Para saciar todos nuestros anhelos, todo lo que Él mismo ha puesto en nuestro corazón. Y por la fe nosotros descubrimos esa realidad y empezamos a vivirla».
En otro momento, recordó también que la fe, como señala el Santo Padre en «Porta Fidei» -Carta Apostólica del Año de la Fe -, «es una puerta (…), es un punto de partida», y que, por lo tanto, «en la fe nosotros debemos estar siempre creciendo y entrar en esa realidad profunda que se nos abre».
Por eso, como continúo el prelado, «la fe está permanentemente empujándonos a una vivencia más profunda y nos invita permanentemente a no quedarnos en los inicios, a no contentarnos con lo mínimo; sino a estar siempre buscando más, anhelando más, queriendo más».
En otro momento, refiriéndose a la fe y la Palabra de Dios, Mons. Rubén Salazar dijo: «Por la fe nosotros podemos escuchar la Palabra de Dios. Por la palabra se llega a la fe, pero solamente la fe nos permite escuchar la Palabra verdaderamente. Precisamente escuchando siempre la Palabra de Dios y acogiéndola con fe en nuestro corazón vamos a poder hacer posible que la fe nos introduzca en la vida divina que el Señor nos ofrece».
Finalmente pidió al Señor que conceda a todos los colombianos la gracia de vivir el Año de la Fe «intensamente» y descubriendo «la fuerza de la fe, que transforma nuestra vida y nos lleva a una vivencia más intensa del amor».
Con información del a Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
Deje su Comentario