Ciudad del Vaticano (Viernes, 12-10-2012, Gaudium Press) «El pueblo de Dios desea que los obispos y los sacerdotes sean maestros de santidad, justamente porque la buscan cada día, atravesando la vida sacramental y su ministerio», es lo que eseguró Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, en su intervención en la mañana de hoy durante la Séptima Congregación General del Sínodo de los Obispos que se desarrolla en Roma con el tema «La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana».
Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei |
El prelado recordó que los pastores de la Iglesia «deben ser hombres que rezan con fe, que aman apasionadamente el Sacramento de la Eucaristía y el Sacramento de la Confesión y los viven con piedad sincera, para enriquecerse con las gracias y poder ser, de este modo, portadores de la Buena Nueva a los demás sacerdotes y a todos los fieles».
En este sentido, Mons. Echevarría manifestó que es útil meditar sobre el ejemplo que han dado muchos santos, como San Pío de Pietrelcina, el Cura de Ars, San Josemaría Escrivá y el Beato Juan Pablo II.
«Ellos han dejado un ejemplo vivo de amor al Sacramento de la Penitencia y pueden reforzar la conciencia del deber de ser Buenos Pastores, que saben dar la propia vida por sus ovejas», agregó el prelado, retomando algunas palabras del Papa Benedicto XVI.
Igualmente, dijo que si se exhorta a los sacerdotes «a sentarse en el confesionario habitualmente, muchas almas irán a lavar sus culpas y, de ese ministerio, florecerán vocaciones para el seminario y la vida religiosa y vocaciones de buenos padres y madres de familia».
Dijo, además, que es interesante «cuidar las homilías desde el punto de vista doctrinario», puesto que para muchos fieles «la Santa Misa dominical, con la correspondiente Homilía, es la única ocasión para escuchar el mensaje de Cristo».
En este sentido, agregó: «con un compromiso siempre renovado, la predicación será mucho más eficaz, sobre todo si se dirige también a la propia alma de quien predica: si se vive lo que se dice y se predica lo que se vive».
Este séptimo encuntro del Sínodo de Obispos tuvo como Presidente Delegado de Turno al Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, México. Participaron de él 252 Padres Sinodales.
Con información de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
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