Ciudad del Vaticano (Martes, 16-10-2012, Gaudium Press) Acerca de la riqueza y la lógica de la donación fueron los temas del comentario del Santo Padre el domingo, sobre el pasaje del Evangelio de Marcos del joven rico, en la tradicional recitación de la oración del Ángelus. Desde la ventana de su oficina privada, Benedicto XVI reafirmó que la lógica de Dios es diversa de la nuestra.
«Jesús puede conquistar a una persona que posee muchos bienes», dijo el Papa |
«Jesús enseña -explicó- que para un rico es muy difícil entrar al Reino de Dios, pero no imposible. De hecho, Jesús puede conquistar el corazón de una persona que posee muchos bienes e impulsarla a la solidaridad y al compartir con quien es necesitado, con los pobres, o sea, a entrar en la lógica de la donación».
El joven rico que encuentra a Jesús incluso habiendo seguido todos los mandamientos, confiesa que no «encontró todavía la verdadera felicidad». El Señor entiende el punto débil de aquel hombre que es «justamente el apego a sus muchos bienes; y por eso, le propone dar todo a los pobres, de manera que su tesoro – y por tanto su corazón – no esté más en la tierra, sino en el cielo». Pero él «se va entristecido (cfr v. 23), porque no consigue desapegarse de sus riquezas, que jamás podrán darle la felicidad y la vida eterna».
Esta parábola «nos pide una adhesión incondicional a la persona de Jesucristo – explicó el Papa en español durante los saludos -, de modo que, superando el mero cumplimiento externo y formal del precepto divino, seamos capaces de poner nuestro corazón en el Único que da la vida. Que la Santísima Virgen, Sede de la Sabiduría, nos ayude a acoger el don de la Fe, para que, abandonados en el amor de Dios, respondamos con generosidad a su llamada.»
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