Ciudad del Vaticano (Jueves, 18-10-2012, Gaudium Press) En su intervención para resumir las intervenciones y proponer aspectos de reflexión a los Obispos, el Cardenal Donald Wuerl, relator del Sínodo de los Obispos, recordó el inexcusable deber de proclamar el Evangelio a quienes se han alejado.
Los Obispos están llamados a superar los desafíos y avanzar en la Nueva Evangelización. |
«El Sembrador nos confió las semillas. Ya conocemos nuestras dificultades, las tensiones, nuestra falta de descansom nuestras fallas y debilidades humanas», expresó el Cardenal. «Sin embargo, él nos llama y coloca las semillas en nuestras manos y las confía a nuestro gobierno. La semilla es el principio de la fecundidad. Plantar la semilla nos llama a vivir la Palabra de Dios y a compartirla con alegría».
Esta invitación a la entrega en favor de la Evangelización fue realizada al finalizar el resumen de las intervenciones del Santo Padre y los Obispos presentes en el Sínodo, que también incluyó una serie de preguntas que pueden orientar el trabajo subsiguiente.
Los aspectos destacados por el prelado fueron la naturaleza de la Nueva Evangelización, el contexto actual del ministerio de la Iglesia, las respuestas pastorales a las circunstancias actuales y los agentes y participantes en la Nueva Evangelización. El prelado recordó las palabras de Benedicto XVI a los Obispos, sobre la intervención directa de Dios en la historia del hombre a través de la evangelización.
Cardenal Donald Wuerl. |
También resaltó el papel de los laicos en esta tarea de la Iglesia. «El deber de anunciar la verdad salvífica no es solo responsabilidad del clero y los religiosos», afirmó el Cardenal. «Al contrario, este sínodo ha resaltado el importante papel de cada discípulo de Cristo en la misión de transmitir la fe».
El relator invitó a los Obispos a reflexionar sobre la catequesis y la formación de niños y jóvenes, las estrategias para crear espacios de encuentro con Dios en los contextos secularizados y la promoción del testimonio de fe coherente y evangelizador.
El ministerio de la catequesis en las parroquias fue destacado por los Padres Sinodales y el Cardenal Wuerl pidió tener en cuenta este tema: «¿Ha llegado la hora de dar a los catequistas un ministerio institucional y estable dentro de la Iglesia? ¿Cómo puede la Iglesia mejorar su ayuda a los catequistas en su importante ministerio?»
Como agentes de evangelización, se invitó alos Padres Sinodales a dirigir su atención a las familias y los sacerdotes, fomentar su adecuada formación y la consciencia de su llamado. Como conclusión, el Cardenal Wuerl encomendó a «María, Estrella de la Nueva Evangelización y ejemplo para cada discípulo, misionero y evangelizador», el trabajo y los frutos del Sínodo, «para la gloria de Dios y la salvación de todos los hombres y mujeres».
Con información de Agencia Zenit.
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