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Boloña (Lunes, 29-10-2012, Gaudium Press) El Pasado domingo 21, la comunidad salesiana y parroquial del Santuario del Sagrado Corazón de Jesús de Boloña, Italia, celebró el centenario de la consagración del templo y, coincidentemente, la Apertura Diocesana del Año de la Fe.
Mons. Giovanni Silvagni, Vicario General de la Arquidiócesis de Boloña, presidió la Misa en la que participaron también el párroco, Padre Antonio Rota; el director del Instituto Salesiano, Padre Gianni Danesi, la comunidad salesiana y millares de fieles.
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| En los años 30, el santuario fue renovado por el padre salesiano Antonio Gavinelli, que reconstruyó la cúpula destruida por un terremoto en 1929 |
La celebración fue motivo para que los presentes renovaran sus promesas bautismales, en la capilla de la pía bautismal, que fue reabierta en la ocasión después de llevar tiempo de restauración.
Además de los servicios diarios ofrecidos a los fieles, el Santuario acoge la Obra Sacro Cuore, una asociación fundada en 1930 que edita la revista «Sacro Cuore», la cual involucra a decenas de millares de personas en Italia y en el mundo, incluyendo las comunidades religiosas de clausura, en una «red de personas que oran unos por los otros», con un evento espiritual a las ocho horas de la mañana todos los días, cuando, para todos los miembros, se celebrada la Eucaristía en el altar del Sacro Cuore.
Un poco de historia
Los salesianos llegaron a Boloña el 22 de febrero de 1897, por iniciativa del Cardenal Domenico Svampa, quien en el lanzamiento de la piedra fundamental del Instituto Salesiano en presencia de autoridades civiles, del beato Michele Rua, sucesor de Don Bosco y de más de 10 mil personas, afirmó: «Los Hijos de Don Bosco cuidarán con celo y amor la sabia educación de los hijos del pueblo, y preparando, para Boloña, una generación mejor».
El 16 de Octubre de 1912, el arzobispo de Boloña, Mons. Giacomo Della Chiesa, futuro Papa Benedicto XV, consagró solemnemente el nuevo templo dedicado al Sagrado Corazón.
En los años 30, el santuario fue renovado por el padre salesiano Antonio Gavinelli, que reconstruyó la cúpula destruida por un terremoto en 1929 y enriqueció el santuario con pinturas, altares y 134 magníficos vitrales, proyectados por Nardi arreglando, en fin, los daños causados por un bombardeo en 1943.
Con información de ANS.
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