Tokio (Martes, 30-10-2012, Gaudium Press) La celebración del Año de la Fe en la Iglesia universal tiene un especial significado para Japón. 2012 es también el aniversario número 150 de la canonización de los 26 mártires de Nagasaki y este hecho fue destacado por la Iglesa en su mensaje con motivo de la proclamación del Año de la Fe. «No debemos olvidar que tenemos la misma sangre y fe que ellos, mientras vivimos en el mundo moderno», afirma el documento.
Detalle del monumento a los 26 mártires de Japón, en Nagasaki. |
El mensaje de los Obispos fue titulado «Los desafíos de la Iglesia en Japón» y explica el sentido de este año especial como «encaminado a preparar el desarrollo futuro, y renovar nuestra vida de fe basados en la comprensión del Catecismo de la Iglesia Católica». Los prelados hicieron un llamado a «confirmar el progreso de la evangelización en Japón en los últimos 50 años».
La renovación de la fe en Japón tiene una acento especial en un volver a las raíces, y los fieles fueron invitados a «reflexionar en la sorprendente historia de salvación que Dios preparó para Japón». En este sentido, recordaron que, «como el Beato Juan Pablo II dijo en 1981 durante su visita a Japón, el fundamento de la Iglesia de Japón es la sangre de los mártires».
Los desafíos sociales que dan nombre a la declaración de los Obispos y que son prioridad para la Iglesia incluyen los estragos aún presentes del gran terremoto del Este de Japón, «la desaceleración económica, la reducción de la tasa de nacimientos y el consecuente envejecimiento de la población y la frecuente ocurrencia de suicidios». Todas estas problemáticas están originadas en un pensamiento materialista y enfocado en lo inmediato, advirtieron los prelados.
Los católicos deben «escuchar la voz de la gente sufriente», y desde la fe «compartir ideas mutuamente, y buscar medidas y expresiones para una Nueva Evangelización con la gente dentro y fuera de la Iglesia». Esta acción se nutre de la vida espiritual, la lectura de la Sagrada Escritura, la oración, y «nuestros esfuerzos para ser renovados por dentro por el poder del Evangelio y el trabajo de Espíritu Santo», exhortaron los Obispos.
Con información de Asia News.
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