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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 31-10-2012, Gaudium Press) «Consciente de la devastación causada por el huracán que recientemente golpeó la Costa Este de los Estados Unidos de América, ofrezco mis oraciones por las víctimas y expreso mi solidaridad con todos aquellos empeñados en el trabajo de reconstrucción»: así se expresó el Pontífice Romano en la audiencia general de hoy en una lluviosa Plaza de San Pedro, condoliéndose con las numerosas personas afectadas por el ciclón tropical que aún asola la nación americana.
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| Foto: Radio Vaticano |
El Papa ya había implorado por los afectados del Huracán en su anterior paso por el Caribe, en la recitación del Ángelus del domingo pasado, pidiendo por las víctimas que había causado en Cuba, Haití, Jamaica y Bahamas, pueblos que habían sido golpeados «con particular violencia».
Más de 8 millones de hogares sin energía eléctrica, más de cinco decenas de muertos en 7 estados de la unión, pérdidas estimadas por más de 20.000 millones de dólares, son algunas de las estadísticas que arroja el fenómeno metereológico en los EE.UU., que ya alcanzó incluso la zona de los grandes lagos, en la frontera con Canadá. Aunque la fuerza de los vientos huracanados está lejos de ser la máxima según las clasificaciones estándares, el tamaño del fenómeno, con un ancho de aproximadamente 1.600 kilómetros, ha traído grandes complicaciones, desde inundaciones hasta fuertes nevadas en una época que no son nada habituales.
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