Valencia (Viernes, 02-10-2012, Gaudium Press) Desde ayer y hasta el próximo domingo, la Catedral de Valencia, España, es sede de los eventos principales del Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, evento organizado por la Conferencia Episcopal Española. Suficientes recursos técnicos -que no afectan el conjunto arquitectónico- han sido puestos a disposición para que ninguno de los asistentes a la iglesia-matriz se pierda ni un detalle de todos los actos; cámaras, pantallas televisivas, altavoces, todos los rincones de la Catedral Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora repetirán los actos que se están desarrollando en el escenario principal.
Mons. Carlos Osoro |
En los días de hoy, mañana sábado y el domingo, respectivamente, a las 9:45 horas, el arzobispo de Valencia, Mons. Carlos Osoro; el obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla; y el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, el cardenal Stanislaw Rylko, ofrecen sendas conferencias, que serán acompañadas por sesiones de reflexiones sobre dichas ponencias.
El altar mayor ha sido adaptado para fungir como «mesa de los conferenciantes». Han sido también dispuestas «1.500 sillas para los participantes, que se situarán en las naves laterales de la Seo [Catedral]», además de 700 plazas previstas en los bancos de la Catedral.
Conferencia de hoy de Mons. Osoro
En la palestra de hoy, el Arzobispo anfitrión de Valencia, Mons. Carlos Osoro, trató sobre el anuncio del Evangelio al mundo entero, y en particular a los jóvenes. Es «proclamar y proponer el mensaje nuclear del Evangelio (kerigma) a quienes no conocen a Jesucristo» y «también a quienes un día lo conocieron pero se alejaron de él», dijo el prelado. Este anuncio es una misión: «la Iglesia tiene la misión y el reto de convertirse en el futuro de la humanidad».
Mons. Osoro, que también es presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, habló igualmente de una «emergencia educativa», que pone en juego «la concepción del hombre, la antropología y ética (moral)», y que tiene como una de sus principales facetas el asunto de «la transmisión de la fe a las nuevas generaciones», pues existe «la dificultad que plantea la cultura actual, que pretende poner a Dios entre paréntesis o mejor ocultarlo, desalentando opciones de compromiso y definitivas y proponiendo satisfacciones inmediatas».
El Arzobispo de Valencia evidenció la necesidad de «un modelo de hombre», y afirmó que la ausencia de ese modelo «es la expresión y manifestación de un problema más profundo, como es la crisis antropológica en la que estamos».
El relativismo; el encapsulamiento de la persona sobre sí misma; el ocultamiento de lo que es la naturaleza y la Revelación y, por último, la desesperanza en la que «los valores esenciales quedan aniquilados o perdidos», son la ocasión para «convocar a los jóvenes e inyectarles esperanza», una esperanza que se radica en el Hombre Perfecto que es Jesucristo.
Con información de la Archidiócesis de Valencia y de Infocatolica.com
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